VALÈNCIA. Derrotadas en la primera jornada, el Volksparkstadion de Hamburgo expone este sábado a las selecciones de Georgia y la República Checa ante la eliminación en el grupo F, en un duelo de supervivencia en la Eurocopa 2024 tan solo en la segunda jornada, que enfrenta el animoso juego del debutante, dirigido por Willy Sagnol, contra la firmeza de los centroeuropeos, necesitados de ir más allá de su defensa.
No hay términos medios ya para ninguna de las dos. Las dos lamentan sus reveses de la primera cita. También dispusieron de opciones para ganar.
Georgia sucumbió ante el golazo de Arda Güler y recibió el 3-1 final en la última jugada del encuentro, sin portero, cuando ya jugaba para empatar, entre las buenas sensaciones que transmitió a su seleccionador.
La República Checa se adelantó ante Portugal. Y, después, cedió, entre una secuencia de desdichas que incluyeron un gol en propia puerta y un fatídico rebote, ya en el minuto 92, que dejó el balón a Francisco Conceiçao para empujar el gol de la derrota del grupo dirigido por Ivan Hasek, consciente de que no vale el mismo plan defensivo para la cita del sábado.
Fue la primera derrota de la selección checa desde el pasado octubre. Desde el 3-0 con Albania en la fase de clasificación para esta misma Eurocopa. Desde entonces, hasta el pasado 2-1 con el equipo luso, había encadenado siete duelos invicto, los cinco últimos con victoria, hasta su entrada en juego en Alemania 2024.
En su análisis del choque, Hasek, su seleccionador, entendió que su equipo necesita un paso más en ataque, más allá de la complejidad de Portugal, para sostener las posibilidades de avanzar a la siguiente ronda.
Participante en todas y cada una de las ediciones, ocho, desde la separación de República Checa y Eslovaquia, llegó a cuartos en dos de las tres últimas.
Por eso, una hipotética eliminación, sería un paso atrás para el equipo de Patrick Schick, Vladimir Coufal o Thomas Soucek.
La intensidad altísima de Georgia, su vertiente tan ofensiva, son dos aspectos que ocupan al entrenador de la República Checa, tal y como le reflejaron sus analistas, presentes en el Signal Iduna Park en el vibrante partido que el conjunto de Willy Sagnol compitió con Turquía, a la que concedió ocasiones, pero a la que también puso en jaque por momentos.
De no ser por el golazo de Arda Güler, Georgia probablemente entraría en la segunda cita en una situación diferente, posicionado para asaltar los octavos en su primera participación en una gran competición internacional desde su fundación como selección en 1992.
Georgia: Mamardashvili; Lochoshvili, Dvali, Kashia, Kverkvelia, Kakabadze; Kochorashvili, Kvekveskiri, Chakvetadze; Kvaratskhelia y Mikautadze.
República Checa: Stanek; Holes, Hranác, Krejcí; Coufal, Barák, Soucek, Provod, Doudera; Chytil y Schick.
Árbitro: Daniel Siebert (Alemania).
Estadio: Volksparkstadion de Hamburgo.