VALÈNCIA. Grandvalira acogerá, por tercera temporada consecutiva, las finales de la Copa del Mundo de esquí de velocidad. Del 2 al 4 de abril, la pista Riberal del sector Grau Roig recibirá los esquiadores más rápidos del panorama internacional y también se convertirá en el escenario de la siempre especial ceremonia de entrega de los Globos de Cristal que otorga la Federación Internacional de Esquí (FIS) a los campeones. Unos días antes, el 29 de marzo, también se vivirá la velocidad de esta espectacular modalidad con los Campeonatos de Andorra. A pesar de la situación de alerta en todo el mundo con motivo del coronavirus, la FIS ha enviado un comunicado a las sedes de la Copa del Mundo para anunciar que la competición sigue adelante.
Así pues, la sueca Britta Backlund y el italiano Simone Origone, defensores de un título que recogieron el año pasado también en Grandvalira, han confirmado su presencia en la última prueba del calendario 2020. También ha avanzado que participará el corredor andorrano Marc Oliveras, en el marco de la rueda de prensa de presentación de las finales de Grandvalira que se ha celebrado esta mañana en la sede de la Federación Andorrana de Esquí (FAE). El acto ha contado también con la participación del presidente de la FAE, Josep Pintat; el director de marketing de Grandvalira, David Ledesma; y el director técnico de la prueba, Nadal Antor.
Josep Pintat ha recordado que se trata de la novena edición de la prueba andorrana, que entró en el calendario de la Copa del Mundo de esquí de velocidad el año 2011. “Es una prueba que siempre ha tenido éxito a nivel organizativo, está consolidada y nosotros ofreceremos todo nuestro apoyo de cara a futuras ediciones”.
Por su parte, David Ledesma ha hecho énfasis en que la prueba de esquí de velocidad “es uno de los eventos más importantes de la temporada y reafirma el compromiso de Grandvalira con las competiciones deportivas de primera línea internacional. Nos proporciona una dimensión mediática ideal para promocionar nuestro dominio bajo el sello de estación de Copa del Mundo”.
Nadal Antor ha anticipado que la pista Riberal está a punto, a la espera de instalar la torre y la rampa, dos iconos de la prueba andorrana que tienen por objetivo proporcionar más velocidad a los corredores. “Tenemos mucha nieve y la pista está cerrada para que los esquiadores no la deterioren. Está en perfectas condiciones y diría que, en las condiciones actuales, es factible superar el récord de la prueba”, de 199,56 km/h alcanzada por el suizo Philippe May en el 2017.
Por último, Marc Oliveras, esquiador que competía en alpino y ahora se ha pasado al esquí cross, repite experiencia como representante andorrano. No participa en ninguna otra prueba del calendario y no se marca ningún objetivo: “Hago la prueba para disfrutarla, el resultado no lo miro mucho. El año pasado llegué a los 185 km/h en entrenamientos y a 177 km/h en carrera, así que este año que las condiciones de nieve parece que serán bastante buenas, intentaré superar los 190 km/h ... Debe de ser una sensación muy especial”.
La Copa del Mundo de esquí de velocidad comenzó a Vars (Francia) el 31 de enero y se han disputado 6 carreras, de las nueve previstas. La sueca Britta Backlund y el italiano Simone Origone están dominando con mano de hierro la competición. A falta de tres pruebas para la finalización, los dos esquiadores siguen invictos, tras ganar las seis primeras carreras. El fin de semana pasado, en la estación sueca de Idre Fjäll, se impusieron en las dos pruebas disputadas con la participación de veinticinco esquiadores en la categoría masculina y de nueve en la femenina. Backlund y Origone lideran la general con 600 puntos y lo tienen todo de cara para revalidar el Globo de Cristal, pero matemáticamente no pueden cantar victoria. Quedan 300 puntos en juego -100 por carrera ganada- y deben rematar la faena.