VALÈNCIA. Nueva fase en la negociación por Rafinha. La operación para concretar el fichaje del centrocampista por el Valencia ha entrado en una nueva etapa después de que haya llegado el mes de julio. El FC Barcelona ha conseguido cerrar su balance del ejercicio 2018-2019 después de traspasar la noche del domingo a Denis Suárez al Celta de Vigo.
Los azulgranas ya no cuentan con la necesidad imperiosa de cerrar la venta de Rafinha y ya no están tan incómodos con la baja velocidad que había impuesto el Valencia como medida de presión para rebajar el precio de Rafinha. El futbolista está dispuesto a rebajarse la ficha para recalar en el Valencia, que está apretando para sacar al jugador por una cantidad inferior a los quince millones, una rebaja que serviría para equilibrar económicamente el sacrificio de Rafinha en su salario.
Otro de los aspectos que ha endurecido la postura del FC Barcelona con el Valencia CF ha sido las consecuencias que han desatado la operación de Neto y Cillessen. La directiva azulgrana ha sido objeto de críticas por la tasación similar que se ha hecho de los dos guardametas para que ambos clubes pudiesen cuadrar sus cuentas y no quieren ofrecer la imagen de vender otro jugador al Valencia en unas condiciones ventajosas.
Según explicó RAC 1, ha sido Peter Lim el que ha paralizado la operación de Rafinha ya que la prioridad en estos días es cerrar el fichaje de Maxi Gómez. Esta decisión se ha convertido en otro obstáculo, puesto que las relaciones entre FC Barcelona y Valencia no pasan por su mejor momento. Según los medios de comunicación catalanes, en la junta directiva catalana no sentó bien que la semana pasada el Valencia emitiera un vídeo donde dejaba caer que Neto ya estaba fichado, horas antes de la jornada pactado por ambos clubes para hacerlo al mismo tiempo. Este escenario habría provocado que tanto el Valencia como Rafinha barajen otras alternativas.
La cláusula de disponibilidad que quiere incluir el Valencia en este fichaje es otra de las dificultades a salvar. Dado el historial de lesiones del que ya informábamos en Plazadeportiva.com, Mateu Alemany pretende poner en el contrato una cláusula de médica. Esto quiere decir que si el futbolista no se encuentra en condiciones médicas de disputar, al menos, el 75% de la temporada, el Valencia pagaría sólo dos millones por año en lugar de cinco (un 60%) menos de lo acordado en un principio.