VALÈNCIA. El Hércules CF ha remodelado por completo su proyecto deportivo para olvidar la nefasta pasada temporada, la peor de su historia, e intentar pelear por el ascenso a Segunda o, por lo menos, dar el salto a la Primera RFEF, la nueva categoría que se va a establecer entre el fútbol profesional y la Segunda B.
La renovación herculana ha afectado a todos los estamentos del club, a excepción del accionarial, ya que se han producido cambios en el vestuario, banquillo, fútbol base y dirección deportiva.
Carmelo del Pozo ha sido el elegido para la reestructuración del club herculano, que se libró del descenso a Tercera División el pasado curso posiblemente por la suspensión de la competición por la pandemia.
El técnico segoviano apostó por un entrenador nuevo, David Cubillo, sin experiencia en el Grupo III de Segunda B, pero con buenos resultados en el IV, en el que logró el subcampeonato con el Marbella.
La reestructuración de la plantilla ha sido espectacular, ya que solo se mantienen ocho jugadores del pasado curso, entre ellos los veteranos capitanes Ismael Falcón, Pablo Íñiguez, Diego Benito y Benja Martínez, además de Jesús Alfaro, Nani, Teo Quintero y Borja Martínez.
El club ha realizado una fuerte inversión para contratar a jugadores de enorme prestigio y con una dilatada experiencia en categorías superiores, como el paraguayo Javier Acuña, Jon Erice, Tano Bonnín, Armando Ortiz, Moisés García, Pedro Sánchez, Sergio Buenacasa o Sergio Dueñas ‘Moyita’, entre otros.
También ha habido apuestas por jóvenes, como Manny Rodríguez, el portero Adri López, David Sánchez, Javier Pérez, Maru Garrido y el francés Kevin Appin.
Del Pozo ha buscado una mezcla de calidad, juventud y experiencia con el reto de comenzar la temporada, en la que por el formato de la competición no hay margen de error, como un tiro para colarse en las primeras plazas que garantizan la lucha por el ascenso o, como mal menor, el salto la próxima temporada a la nueva competición.
El Hércules, que nunca antes había estado siete temporadas consecutivas en Segunda B, parte con la presión de escapar de una vez de la peor etapa deportiva de su historia y la necesidad de reenganchar a sus aficionados, muy decepcionados tras los últimos años.
La fecha inicial de la Liga está fijada para el próximo domingo, pero en estos momentos el club alicantino no va a disputar el encuentro en El Collao ante el Alcoyano como consecuencia de sus positivos por covid-19.