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el levante afronta la última recta del mercado con el imperativo de traspaso que, hoy, ahoga al club

Horas clave para la venta 'salvadora'

27/08/2024 - 

VALÈNCIA. El mes de agosto ha sido una cuenta atrás constante en el Levante, pero la última semana de mercado arroja una necesidad imperiosa: la de traspasar a una de las figuras clave de la plantilla con el objetivo de poder acometer las inscripciones de los futbolistas que restan por ser registrados en La Liga. Ya van dos encuentros consecutivos sin que cinco hombres -Iborra, Pampín, Rober Ibáñez, Alfonso Pastor y Pablo Martínez- hayan podido ser subidos a la plataforma de la competición para que pudieran participar con la blaugrana. Ello, a pesar de que el entrenador contara con Pablo por mucho que el destino de este esté más o menos dibujado fuera del Ciutat. 

Ahora, Felipe Miñambres vive horas clave en la ventana de transferencias. Un momento prácticamente límite, diferente a lo que hasta ahora había gestionado el ejecutivo astorgano desde su llegada a Orriols. El Levante tiene que vender sí o sí, si no quiere obligar a Pepe Danvila a poner más dinero, contante y sonante, para favorecer la marcha deportiva del club y que Calero cuente con la totalidad de su vestuario a partir del próximo lunes, en Eibar. Este año, como novedad, el mercado cierra el viernes 30 de agosto a las 23:59 en España. El viernes, no el sábado 31. Y es ese el momento fronterizo de la dirección deportiva granota, con la marcha de Pablo Martínez en el horizonte. 

El traspaso de Pablo Martínez sigue demorándose

Es ese el nombre sobre la mesa de Felipe. No el único, pero sí la pieza franquicia por la que el Levante puede sacar una un pellizco económico mayor. Firmado para el filial procedente del Alcorcón en 2019, cuando Manolo Salvador acabó de enamorarse de él, el centrocampista madrileño ha crecido en Valencia y resulta relevante la tajada que extraería el club en caso de efectuar su traspaso. Es un caso parecido al de Kocho, criado futbolísticamente en Buñol: el georgiano es otra de las figuras por las que la entidad esperaba ofertas durante este mercado. Sin embargo, ambos continúan en Valencia y ambos son importantes para un Calero que no descarta ningún movimiento. 

Sea como sea, la venta de Pablo está en la hoja de ruta de la dirección deportiva desde que concluyera el pasado curso huérfano de ascenso. La demora en la marcha del '10', al que el club ha mantenido en su designación de capitán por la profesionalidad mostrada a pesar de estar claramente en la rampa de salida, era una situación controlada para el Levante, que pretendió en un principio que su traspaso se produjera por una cantidad cercana a los 5 millones de euros, independientemente de su elevadísima cláusula de rescisión. No obstante, el paso de los días y la falta de ofertas que pudiesen alcanzar esa cifra, ha ido ahogando las primeras pretensiones.

La idea de no malvender a la figura más cotizada de la plantilla se mantiene firme, pero el club ha pasado de extender esa intención a necesitar como agua de mayo la venta de un jugador por encima de los 2 millones. Como mínimo. El Levante espera la venta 'salvadora' esta semana, no hay otra. A partir de ahí, emergen otros nombres por los que la entidad de Orriols está abierta a negociar en caso de no poder dar salida a Pablo Martínez en las condiciones que se desean: el propio Kocho o incluso Bouldini, por quien ya llegaron sobre la bocina otras ofertas muy suculentas en pasadas ediciones del mercado y que inició el mes de junio siendo el tapado en la rampa de salida del Ciutat.

Se respira calma tensa porque, así como se esperaba que el acuerdo para traspasar a Pablo a una de sus 'novias' de Primera pudiera retrasarse hasta finales de mes, hay situaciones con las que el Levante no puede pelear, como la falta de margen salarial del Real Valladolid o el desinterés del Valencia tras no salir Javi Guerra. Miguel Ángel Corona es uno de los grandes interesados en Pablo Martínez y el centrocampista, uno de los primeros en su lista una vez Guerra estaba a un paso del Atlético. La rotura de aquellas negociaciones frenó la marcha del levantinista y, hoy, en Mestalla se da por cerrada la plantilla. Solo un repentino movimiento por el de Gilet o por André Almeida en el deadline del mercado podría desbloquear ese camino, hoy descartado por el entorno del propio Martínez. 

Quedan pocas balas. Por eso Calero, tras el empate ante el Cádiz del pasado sábado, no dio por cerrada la puerta a ninguno de los futbolistas que pudieran suscitar un interés en las últimas horas. Habló concretamente de Carlos Álvarez, el jugador de moda en Segunda. "Espero que esté aquí mucho tiempo", dijo el entrenador refiriéndose al de Sanlúcar, que según informó SER Deportivos, ha recibido una oferta de Arabia. Y matizó: "Ahora mismo no pongo la mano en el fuego por nada y los buenos jugadores están cotizados. ¿Puede haber movimientos? Pues puede haber movimientos... Yo ya lo he dicho, quiero contar con todos. Y que con los que cuente, puedan jugar", advirtió, señalando también los problemas entre Liga y club por la insicripción de los cinco ausentes. Calero cuenta con Carlos, y también con Pablo, Kocho, Bouldini... e incluso posibles refuerzos para reforzar una defensa incompleta para el técnico. Alguien ha de salir y salvar la papeleta.

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