VALÈNCIA. La aparición el domingo de Hugo Duro fue el inicio del colofón a una semana muy intensa para el delantero getafense.
Todo arrancó en el segundo tiempo del partido disputado la jornada anterior en San Mamés cuando en el minuto 68 Duro remataba de tacón un centro servido desde la derecha por Fran Pérez y ponía el momentáneo 1-2 en el marcador de San Mamés. Seis minutos antes ya había comenzado a aparecer para asistir a Fran Pérez en el gol que había servido para neutralizar la ventaja inicial del Athletic.
Sin embargo todo se nublaría cuando tras un choque disputando un balón aéreo, el getefanse cayó al suelo en mala posición y se vio obligado a abandonar el terreno de juego en el minuto 74 de partido. Cuando lo hizo llevaba su brazo inmovilizado con un cabestrillo provisional que le colocó el médico de campo del club.
Pronto llegaron los primeros rumores de que la lesión podría ser importante, e incluso se especuló con una posible fractura de clavícula que le podría llegar a tener hasta 3 meses alejado de los terrenos de juego. Para ir avanzando el diagnóstico de la manera más rápida posible el club decidió trasladar al delantero a un hospital en Bilbao.
Sin embargo, y contrariamente a lo que se llegó a apuntar en un comienzo, el futbolista llegó a tiempo a subirse al avión de vuelta con el resto de la expedición para retornar a Valencia. Ahí comenzaba Hugo Duro a caminar hacia la titularidad ante el Granada.
Tras una segunda exploración el pasado lunes en Valencia el rumor de fractura había desaparecido y se hablaba de un traumatismo según el parte médico oficial del club. El tiempo estimado de baja, como siempre, todo un misterio.
Los focos giraron hacia el debut valencianista en Copa y la forzosa titularidad en Logroño de Yaremchuk dado que era la única opción de delantero puro que se le quedaba al Pipo Baraja. Sin embargo, y tras la pobre actuación del ucraniano en Las Gaunas, Baraja fue preguntado en la rueda de prensa post partido por las opciones en la delantera para el encuentro ante el Granada. La respuesta fue sorprendente porque el entrenador no descartó la presencia de Hugo Duro ante el equipo andaluz: "Tiene un esguince y depende del dolor que tenga, si aguanta el dolor puede jugar el partido pero pensamos que no va a estar. Si está, bienvenido sea".
Con esa expectativa se afrontó el entrenamiento del viernes y también el del sábado ante la sorpresa de la aparición el horizonte de la posibilidad de que el madrileño pudiera estar, al menos en la convocatoria, ante los granadinos. Y aunque Baraja fue cauto en la rueda de prensa del sábado y no dio pistas, el hecho de que el futbolista se subiera al autobús de los convocados el domingo por la mañana ya empezaba a mostrar indicios de lo que llegaría horas más tarde. Hugo Duro no sólo entraba en la lista, si no que el Pipo lo colocaba en el once inicial.
A partir de ahí estuvo en todas las salsas del partido y su carácter le hizo estar en muchas acciones polémicas. Pese a no estar al 100%, Hugo Duro no rehuyó el contacto físico en ninguna acción del encuentro.
Su primer encontronazo fue al minuto 5 cuando, persiguiendo un balón en profundidad en el área, el delantero metió el pie de manera algo temeraria sobre la salida de guardameta André Ferreira, impactando en el rostro del guardameta portugués. Ahí ya tuvo la primera gresca con futbolistas rojiblanco que le y recriminaron airadamente su acción.
Y eso que el también intentaron tirar de artimañas los futbolistas del equipo andaluz, cuando minutos más tarde Ignasi Miquel le estiraba en una jugada sin balón del brazo izquierdo que tenía bajo mínimos. Más tarde se peleó con con el propio Miquel y con Torrente (los centrales) de manera reiterada hasta provocar la jugada que García Verdura estimó como penalti al filo del descanso.
Y por si todo ello no fuera poco, tuvo un monumental lío en la retirada a vestuarios en el final de la primera parte con Paco López. El técnico visitante, muy irritado por la señalización del penalti, recriminó a Hugo Duro la exageración de la caída en el área a lo que el delantero madrileño respondió mandando callar al técnico de Silla. El tumulto en la retirada a vestuarios fue enorme y tuvieron que intervenir miembros de los dos banquillos para que la cosa entre unos y otros no fuera a mayores.
Duro puso el punto y final a su intensa semana cuando Rubén Baraja decidió sustituirlo en el minuto 73 por Hugo Guillamón. Por el camino, en los últimos 7 días, una asistencia, un gol, una lesión que apuntaba a grave, una recuperación meteórica, una lucha constante contra los rivales, provocar el penalti que propició la victoria y una trifulca al abandonar el campo en la primera parte. El sábado espera el Bernabeu, y Hugo Duro está preparado para la batalla.