VALÈNCIA. Hace ya mucho tiempo -aún en verano, casi en la génesis del conflicto- que Javi Gracia dijo que se desentendía completamente de inmiscuirse en la tarea de buscar refuerzos para el equipo. Lo hizo de tal manera que trascendió que se negó a mantener una reunión con Miguel Ángel Corona cuándo este pretendió consultarle con un listado de posibles refuerzos para el mercado de invierno, e incluso en el post partido de la victoria 1-0 ante el Elche (y cuando la llegada de Cutrone estaba reconocida casi oficialmente por parte del Wolverhampton) se limitó a recordar que: "Oigo nombres pero el club no me ha comunicado nada. Siento que parezca que no quiero contestar pero es que no tengo nada que decir ni de salidas, que espero que no haya, ni de entradas, no se me ha comunicado nada".
El caso es que el último día de enero acabaron llegando tres futbolistas: el central portugués Ferro, el mediocentro uruguayo Cristian Oliva y el punta italiano Patrick Cutrone. Y, la verdad, parecía que iban a tener cierto protagonismo dado que entraron en la primera lista posible de convocados con sólo tres entrenamientos realizados para viajar a San Mamés en el primero de los compromisos en los que estuvieron disponibles allá por el siete de febrero en la jornada 22 del campeonato en la que -además- Patrick Cutrone dispuso de hasta 25 minutos sobre el terreno de juego.
La realidad dista mucho de lo que pudiera parecer en la primera semana de febrero ya que 7 partidos después los tres futbolistas suman juntos 287 minutos y sólo dos de ellos han gozado una sola vez de un lugar en el once inicial.
El primero en debutar fue el transalpino Patrick Cutrone a quien Javi Gracia otorgó 25 minutos en su primera convocatoria en San Mamés al sutituir en el minuto 65 a Kevin Gameiro; sería el partido en el que más minutos disputaría. En la siguiente jornada jugó 7 minutos en la debacle de Valdebebas ante el Real Madrid (sulpiendo a Maxi), y a ellos sumó 9 en el desastre de Getafe (también por el uruguayo) y 14 en la derrota en Orriols (entrando en el lugar de Gameiro). Total, 4 partidos de 7 en los que nunca tuvo un sitio en el once inicial y sumó 55 minutos de 630 posibles. No ha disputado ni un 10% de los minutos.
El primero en ser titular fue Ferro. El central portugués entraba en el once dado que Diakhaby estaba lesionado, Guillamón sancionado y la confianza en Mangala es inexistente. Salió de inicio como pareja de Gabriel en la desastrosa derrota 2-0 ante el Real Madrid en Valdebebas en la jornada 23. Su actuación estuvo al mismo nivel que la de sus compañeros, y dado el partido que fue, no hace falta añadir muchos datos más. No volvió a aparecer vestido de corto hasta la jornada 24 en la que jugó el minuto final ante el Celta en un cambio sustituyendo a Kang In Lee en el descuento cuando el equipo ya ganaba 2-0. Total, dos partidos, uno como titular, 91 minutos jugados de 630 posibles -menos del 15% de los minutos-.
Y el tercero en discordia es el uruguayo Cristian Oliva. En teoría era el que más rodado venía, de hecho jugó ante el Sassuolo el partido completo horas antes de dejar el Cagliari para firmar por el Valencia CF. El turno de debutar le llegó en Valdebebas al salir en el minuto 63 por Carlos Soler. En la jornada 25 jugó ante el Getafe 9 minutos al entrar en el tramo final supliendo nuevamente a Soler. En la jornada 26 jugó los 11 minutos finales del encuentro ante el Villarreal supliendo a Uros Racic, y además tuvo una actuación decisiva al armar la contra con pase final a Guedes que haría en el descuento el gol de la victoria. Ante las bajas por tarjetas de Racic y Soler Oliva fue titular ante el Levante en la derrota 1-0 en la que jugó 84 minutos cediendo su sitio a Yunus Musah. En definitiva, 4 partidos en los que fue titular en 1 de ellos y 131 minutos acumulados de 630 posibles -por debajo del 21% de los minutos- (el que más de los tres futbolistas llegados en enero).
En definitiva números muy pobres de participación que dejan bien a las claras que Javi Gracia no cuenta apenas con los tres jugadores que el club le trajo en enero. Si es por nivel futbolístico o porque su tono físico no es el más adecuado, parece que nos vamos a quedar en el camino de saberlo dada la reticencia del entrenador navarro últimamente en las rueda de prensa a contestar casi cualquier tema.