Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. Julián Calero será, salvo sorpresa, el próximo entrenador del Levante. El preparador madrileño del Cartagena es el escogido por Felipe Miñambres para dar por acabada su etapa en el banquillo de Orriols tras el fracaso de no aupar al equipo a plazas de 'playoffs'. Es el nombre, adelantado por Mundo Levante y que ha podido confirmar este periódico, que figuraba en la libreta del ejecutivo astorgano en las últimas semanas mientras trataba de revitalizar a un vestuario que el pasado sábado, en Elda, confirmó no estar para jugar en Primera División.
Tal y como el propio Felipe ha trasladado en diversas ocasiones, la elección del nuevo entrenador es, a juicio de la dirección deportiva, independiente de la categoría en la que milite que el Levante la próxima campaña. Pero en vistas de que el ascenso es ya absolutamente utópico -aunque la no clasificación no es todavía matemática-, esta semana la entidad blaugrana se ha puesto manos a la obra y ha intensificado contactos.
El fichaje de Calero no está todavía cerrado, aunque las partes transmiten tranquilidad y confianza de que pueda cerrarse y oficializarse a la conclusión del curso. El preparador madrileño acaba contrato con el Cartagena, club al que ha salvado del descenso con una encombiable segunda vuelta. Aterrizó, eso sí, en septiembre, tras la destitución de Víctor Sánchez del Amo en Cartagonova. Y le costó levantar al Efesé: no ganó hasta el séptimo encuentro que dirigió y, a partir de entonces, el equipo levantó el vuelo.
En 34 jornadas al volante, Calero ha cosechado 54 puntos y ha logrado un hito que, por ejemplo, el Levante no ha llegado ni a tocar este curso: vencer en cuatro jornadas consecutivas. Eso le ha permitido salvar a los murcianos de manera holgada y a sonar para varios equipos de Segunda División. El Tenerife es otro de los que pretende al preparador que inició su carrera en las inferiores del Atlético de Madrid y que, hoy, está realmente cerca de vestirse de blaugrana por las dos próximas campañas, uno de los deseos del técnico a la hora de aterrizar en su nueva casa.