VALÈNCIA. Las cuentas del Levante del ejercicio 22/23 han sido aprobadas en la Junta de Accionistas de esta martes, con unas pérdidas de 6,1 millones de euros y una deuda de 107 millones de euros. Pese a que a la Fundación y el consejero delegado José Danvila alcanzaron días atrás un acuerdo por el cual cada uno pasa a controlar el 37,5 por ciento de los títulos del club, este no será efectivo hasta un plazo máximo de dos meses, por lo que la junta aprobó todos los puntos del orden del día con el rodillo de la Fundación, que a día de hoy mantiene el 60 por ciento del accionariado del Levante.
José Danvila explicó el plan de futuro, que pasa mayoritariamente por aumentar los ingresos a corto plazo. Para ello, Danvila destacó el refuerzo del departamento de Desarrollo de Negocio y Marketing y anunció que a finales de abril se presentará el 'Club de Empresas Levante UD' con la meta de "acercarse al empresariado valenciano". Además, otra de las acciones para aumentar los ingresos es el nuevo plan para la segunda fase de la reforma del estadio y la nueva Ciudad Deportiva. El empresario insistió en que existen propuestas de dos operadoras y recordó la necesidad de encontrar nuevas funcionalidades a ambas infraestructuras que "no solo generen gastos".
Danvila recordó la inyección de 23 millones de euros en la entidad y la reducción de alrededor de 20 millones de euros en gastos. Entre ellos, mencionó el recorte total en partidas como primera plantilla, dietas, viajes, Ciudad Deportiva de Buñol (equipos y cuerpos técnicos, seguridad, gasoil, calefacción), Estadio Ciutat de València (seguridad, otros gastos derivados del uso de oficinas), o la eliminación y disminuición de secciones deportivas (eliminación del fútbol playa, reducción del gasto del fútbol sala, reconfiguración del equipo de EA Sports, eliminación equipo League of Legends, eliminación del convenio de colaboración con el Patacona CF). Incluso se refirió al ahorro de 17.000 euros en el local de la misma Junta de Accionistas celebrada este martes. También ajustes en el comité de dirección por valor de 700.000 euros.
Diego Naixes, director financiero del Levante: "Lo que te va a marcar tu límite salarial es tu capacidad de ampliación de ingresos y reducción de gastos. Hay que tener en cuenta que los presupeustos que vamos a presentar a La Liga la temporada que viene, va a aceptar o no ciertos valores, creíbles o no. Para poder elevar el nivel de la plantilla, hay que aumentar el límite, pero hay que tener presente que, si no se sube, los límites salariales son bajos. La bajada en ingresos es tan grande, que por mucho que intentemos capitalizar el club, no va a aumentar el límite salarial, en general, en Segunda. Lo que tendremos que hacer es, con el límite de la temporada que viene -que si no subimos, iremos excedidos-, trabajar para mantener el equipo más competitivo posible como se ha hecho este pasado verano".
El club valenciano convocará en breve una junta de accionistas extraordinaria para formalizar el cambio accionarial y el traspaso de poderes entre la Fundación y Danvila. El Levante sufrió una pérdida de hasta 40 millones por los ingresos de televisión y en el curso 22-23 apenas recibió 9 millones por este concepto, un 80 por ciento menos que la temporada anterior en Primera. El club compensó esta drástica reducción con la ayuda al descenso, de casi 19 millones de euros, y con la venta de jugadores cifrada en casi 14,2 millones de euros durante el ejercicio 22-23.
Además, la junta general también aprobó un presupuesto de poco más de 40 millones de euros para la presente temporada. Con un gasto en la plantilla de casi 12,9 millones de euros, la principal fuente de ingresos prevista es la venta de jugadores. El club tiene que vender por un valor de 18,4 millones, pero el pasado verano ya vendió por casi 14 millones con el traspaso de Cárdenas, Pubill, Pepelu o De Frutos.
El Levante presentó un presupuesto de ingresos de ordinarios de 16,7 millones y unos ingresos extraordinarios de 23,8. Con un presupuesto de gastos de 40 millones de euros, el saldo previsto para el final de ejercicio económico 23-24 es de 267.000 euros de beneficio.
La entidad valenciana, además, acumula una deuda de 107 millones de euros. De esa cifra global de más de cien millones, 85,3 son deuda a largo plazo y el resto corresponde a una deuda a corto plazo.