La plantilla quita dramatismo a los dos tropiezos a domicilio y considera que el equipo llega en un buen momento para ganar el derbi del próximo sábado ante el Villarreal CF
VALÈNCIA. "No estamos en crisis", más allá de ser una frase pronunciada por Rodrigo Moreno ante los medios de comunicación, refleja el estado del grupo tras entrar en una fase de juego y resultados menos brillante que la de hace un mes.
No son los únicos que mantienen la confianza intacta y fortalecida. Si Rodrigo se negaba a hablar de crisis (ciertamente y mirando el global parece algo descabellado) en el cuerpo técnico andan con la misma fé en el vestuario. "Este grupo no acumulará muchas semanas sin ganar" es la frase que más de un miembro del cuerpo técnico ha repetido en determinados foros.
Quienes están al frente de la parcela deportiva, comenzando por el propio Marcelino, confían en la fortaleza mental del grupo. Es más saben que por encima de algún resultado adverso sobresale la cohesión de este ramillete de futbolistas que se ha adaptado de una manera celérica a lo que se les ha ido pidiendo desde este verano.
Es evidente que las bajas han podido pasar factura (cinco de inicio en Ipurúa, más la sexta de Gayà que se produjo sobre la marcha) pero ni por falta de fútbol, ni de rendimiento hay sospecha alguna de panorama sombrío.
Ello no significa para nada que el equipo viva en la autocomplacencia. La falta de autocrítica es uno de los males del pasado que este verano fue condenada al exilio. El hecho de que el lunes hubiera casi cincuenta minutos de charla antes del entrenamiento, deja bien a las claras que el cuerpo técnico se dedica a buscar los aspectos a mejorar y se los comunica cara a cara a la plantilla.
Uno de los factores que ha complicado la marcha liguera es la acumulación de bajas, que parece ya comenzar a remitir. Si bien es cierto que Carlos Soler no llega para este partido, el resto suma en positivo. Garay volverá al eje de la zaga tras varias semanas de ausencia. El concurso de Gayà no es seguro al 100%, pero el futbolista quiere jugar el partido. No le importa realizar un esfuerzo extra, máxime sabiendo que no se tendrá que volver a competir hasta 12 días después del partido ante los de Calleja. Parece que Guedes podría estar desde el inicio el sábado y además se recupera a Zaza una vez cumplido su partido de sanción.
En definitiva, hay un ambiente propicio para espantar los malos augurios y pensar que por la cabeza de los futbolistas no pasa otra cosa más que la victoria el sábado ante el Villarreal y arropados por el calor de la grada de Mestalla, cuya ayuda es muy apreciada por los jugadores.