VALÈNCIA. El Levante ha encadenado tres derrotas consecutivas en LaLiga en las que, además, ha sido incapaz de anotar en una mala racha goleadora de un equipo acostumbrado a marcar y que se ha caracterizado, con Paco López en el banquillo, por su juego de ataque.
En el Levante se han encendido las luces de alarma tras colocarse colista de Primera división, con solo un triunfo, y cinco goles a favor en LaLiga. El equipo valenciano marcó dos goles en el debut en Mestalla ante el Valencia (4-2) y consiguió los otros tres que lleva en El Sadar ante Osasuna (1-3).
Desde aquel 27 de septiembre en Pamplona, el Levante no ha sido capaz de anotar en LaLiga. Ni Morales ni Roger, los dos atacantes que más han jugado, fueron capaces de batir al portero rival y tampoco lo hicieron Dani Gómez tras salir desde el banquillo ni Sergio León, sin minutos desde el derbi ante el Valencia.
La falta de recursos ofensivos ha obligado a Paco López a colocar al centrocampista Gonzalo Melero en una posición más adelantada e incluso en San Mamés este pasado domingo actuó como acompañante de Morales en ataque, pero el sistema no funcionó como el entrenador esperaba.
El Levante, de hecho, tenía como una de sus prioridades en el mercado de fichajes reforzarse en la parte ofensiva. Sin embargo, la negativa de Sergio León a abandonar el equipo impidió al club acometer el fichaje de un delantero.
La última vez que estuvo el Levante sin marcar en tres jornadas seguidas fue entre la vigésimo primera y la vigésimo tercera jornada del campeonato 2018-19. Entonces, perdió en Sevilla 5-0, empató sin goles en casa ante el Getafe y cayó 2-0 en su visita al Alavés en enero de 2019.
Además, el Levante no sufría una racha tan negativa en LaLiga desde el principio de este año 2020, cuando cayó consecutivamente ante el Atlético de Madrid, Alavés, Osasuna y Barcelona en la peor crisis de Paco López desde que es técnico del equipo.