VALÈNCIA. La Liga se debate entre suspender las dos próximas jornadas o disputarlas a puerta cerrada, como estaba previsto desde el martes cuando lo comunicó el Consejo Superior de Deportes ante la propagación de la epidemia del coronavirus. Eso sí, la situación en estos dos días se ha agravado hasta tal punto que esta mañana se reúnen los actores principales del campeonato para decidir si posponer las dos próximas jornadas.
En la Comisión de Seguimiento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dirigentes de La Liga, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), la Comisión Nacional de Fútbol Sala y las asociaciones de sus jugadores y jugadoras dilucidarán este medio día -a partir de las 12h- si echar el cierre, mínimo, a las jornadas 28 y 29. De esta forma, y si no hay cambios en la situación que hagan necesario un nuevo aplazamiento, el fútbol profesional español volvería al ruedo el fin de semana del 4 de abril.
Y es que esas próximas fechas ligueras estaban previstas para el 13, 14 y 15 de marzo, y para el 20, 21 y 22 del mismo mes. Tras disputarse, la competición se sumergía en un parón de selecciones que trasladaba la Primera División a ese día en el que se pretende poner la marca al calendario.
De hecho, la RFEF, según marca el artículo 42 de su estatuto vigente, tiene absoluta potestad de suspender la Primera y Segunda División de manera unilateral. Corresponden a las competencias de la Federación "suspender, adelantar o retrasar partidos y determinar la fecha y, en su caso, lugar de los que, por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente, no puedan celebrarse el día establecido en el calendario oficial o en las instalaciones deportivas propias", según reza ese punto del estatuto.
La RFEF también puede resolver sobre la continuación de los eventos suspendidos, dar los encuentros por concluidos, interrumpidos o, directamente, no celebrados "cuando cualquier circunstancia haya impedido su normal terminación". Incluso puede dictar si la reanudación del encuentro puede ser en terreno neutral y si será a puerta cerrada o con acceso del público. En cualquier caso, el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, quiere actuar en consenso con La Liga y con el resto de los agentes responsables de la competición.
Aunque en Champions League no ha ocurrido lo mismo esta semana y los encuentros de octavos de Valencia y Atlético de Madrid se han terminado disputando -a puerta cerrada en el caso de Mestalla-, la UEFA sí ha tomado medidas estrictas en Europa League. Los partidos de españoles e italianos se han aplazado y ya se trabaja en encontrarles fecha. En este caso casualmente los representantes de ambos países se enfrentan entre sí: Sevilla - Roma e Inter - Getafe no se jugarán este jueves. De hecho, al hilo de la autoridad de la RFEF sobre la celebración de encuentros ligueros, esos dos choques europeos podrían ser a partido único según advirtió el director general del club azulón, Clemente Villaverde.
Por otro lado, la RFEF sí ha aplazado la final de la Copa del Rey entre equipos del País Vasco, una de las comunidades autónomas con más incidencia del coronavirus en España. La final estaba prevista para el próximo 18 de abril y se ha pospuesto sin fecha, aunque se baraja el sábado 30 de mayo -el mismo día en el que, a priori, está prevista la final de la Champions si no hay retrasos en sus eliminatorias-.
Eso sí, uno de los espejos donde se mira la Comisión de Seguimiento para decretar el aplazamiento definitivo de las dos fechas próximas es la Liga Endesa. La ACB confirmó la suspensión de sus jornadas 24 y 25 -que colocará a lo largo del mes de abril en un calendario mucho más holgado que el futbolístico, aunque con el matiz de la Euroliga, tamabién suspendida, de por medio- y el baloncesto volverá el día 28 de marzo. Valencia Basket tiene marcado el 29 la visita al parquet de Joventut. La cancelación de otras competiciones homólogas es clave para la decisión, incluso el caso de la ACB es muy parecido porque también había resuelto la celebración de partidos a puerta cerrada.
Además, todas las competiciones del fútbol no profesional han sido suspendidas durante dos semanas. Es decir, todo lo que no sea Primera o Segunda División ya ha sido interrumpido. Esas decisiones previas, unido a que la AFE ya ha propuesto la cancelación del fútbol en todas las categorías, hace que el cierre momentáneo de la persiana de La Liga penda de un hilo. El hilo de las televisiones, que es lo que de momento mantiene la competición profesional en pie.
Porque, para más inri, ya han sido varios los jugadores que con sus declaraciones han dejado patente su deseo de cesar su actividad y frenar la competición. Morales publicó en sus redes sociales que "la salud de las futbolistas es lo más importante" y abogaba por "medidas radicales". El lateral del Real Madrid, Dani Carvajal, también usó su cuenta de Instagram para preguntarse si los futbolistas y cuerpos técnicos son inmunes a la epidemia.
Y es que ayer mismo ya se confirmó el positivo por coronavirus del defensor de la Juventus Daniele Rugani y el club italiano ya está activando todos los procedimientos de aislamiento requeridos por la ley, incluido el censo de quienes han tenido contacto con él. La Juventus jugó el pasado 8 de marzo frente al Inter de Milán, club perteneciente a unas de las regiones transalpinas más golpeadas por la epidemia.
Se avecina un mes sin Liga y, de ser oficial el aplazamiento también del fútbol de élite, Valencia y Levante se plantarían en la jornada 30, en la que los de Celades reciben al Osasuna y los de Paco López viajan a Cornellá para enfrentarse al Espanyol. Si la situación empeora, el aplazamiento podría ir a más y entonces será más difícil la tarea de integrar los encuentros suspendidos en un calendario muy apretado con la Eurocopa multisede de 2020 en el horizonte.
El torneo está marcado, de momento, para dar comienzo el 12 de junio y La Liga, a estas horas, termina el fin de semana del 23 de mayo. Son más de dos semanas de diferencia entre una competición y otra, pero es un período previsto para la preparación. El caso es que la Euro acaba el 12 de julio y dos semanas después arrancan los Juegos Olímpicos de Tokio. El calendario está cogido con pinzas y, si se siguen retrasando jornadas, se quedaría sin días hábiles para colocar encuentros.
Es por eso que aplazar la Eurocopa unas semanas sería inviable y, según advierte Tuttosport, varias federaciones ya están demandando soluciones a la UEFA, por lo que la opción de que la Euro 2020 sea en 2021 está sobre la mesa. Aún así, el presidente del organismo europeo, Aleksander Ceferin, se mostró optimista en cuanto a verse en esta tesitura. Hoy habrá novedades y, mientras todos los eventos deportivos toman decisiones respecto a su celebración, La Liga espera hoy tomar una decisión, al menos, para las próximas dos citas. La puerta cerrada o el aplazamiento son, a día de hoy, los dos escenarios posibles.