VALÈNCIA. Cuatro porterías a cero (Real Sociedad, Mallorca, Athletic en Copa y Getafe) en el último mes validan el dibujo con tres centrales como la solución con la que ha dado Bordalás para aumentar la seguridad defensiva del equipo. El resto de la temporada sólo se consiguieron 7 más sólo siete más y dos fueron ante Utrillas y Atlético Baleares. Por cierto que la conseguida en terreno Balear también fue empleando tres centrales.
Al final el entrenador alicantino ha conseguido ensamblar una solución que le satisface pese a haber reconocido hace algo más de un mes con algo de amargura que habían probado casi de todo y seguían siendo el segundo equipo más goleado: "Hemos probado casi todo y somos el segundo equipo más goleado del campeonato. Hay que hacer una reflexión enorme de que no nos da".
Bordalás apunta a haber dado con la fórmula para que el equipo no se le resquebraje por detrás, y esta no es otra que juntar a sus tres mejores centrales en el eje de la zaga. Desde la línea conformada por Diakhaby, Paulista y Alderete, el equipo ha ido creciendo, lleva tres jornadas consecutivas sin perder en la liga y se ha metido en una final de Copa del Rey eliminando al Athletic de Bilbao, actual subcampeón de la competición.
La seguridad defensiva derivada del empleo de sistema de tres centrales y un trivote en el centro del campo para proteger el carril central desemboca en una mejoría de resultados. Precisamente esos resultados que vienen determinados con una mayor seguridad defensiva son los que encajan mejor con el concepto futbolístico del entrenador.
Además, otro de los factores comunes de las 4 últimas porterías a cero es el de Mamardashvili. Pese a desaparacer en la séptima jornada del once titular y no jugar la Copa del Rey hasta la llegada de las semifinales, el guardameta georgiano ha vuelto a su mejor nivel y está siendo clave con sus paradas para mantener la puerta a cero en casi todos los partidos que ha disputado.
Quién se resiente de ese rearme defensivo es el juego de ataque. Ante el Getafe (las dos caras de un mismo espejo) el partido fue soporífero para el espectador. Aunque siempre que entre en los férreos parámetros incluidos en la percepción futbolística de Bordalás, el entrenador se sienta satisfecho con las prestaciones exhibidas por los suyos. Sin ir más lejos , el empate del sábado en tierras madrileñas es un claro ejemplo: "Es normal en este momento de la competición. Ha sido un partido con muchos parones y poco fútbol. Había pocos espacios y nos ha faltado más claridad con el balón. Nos ha costado mucho por la presión del Getafe y nos han impedido crear fútbol. Es un punto que no se valora mucho positivamente, pero hemos sido consistentes ante un gran equipo a pesar de no tener los puntos para estar tranquilos en la clasificación".
Por tanto, parece que la impronta del entrenador alicantino comienza a arraigar. Por encima de la vistosidad, está aquel viejo slogan de las campañas de prevención de riesgos laborales "la seguridad ante todo".