La vía "verde" de Víctor para salir del ostracismo

VALENCIA. Los que no han jugado o lo han hecho a cuentagotas, quienes han caído en desgracia o los moradores del banquillo o la grada son los jugadores a los que se les ha abierto un portón con el nuevo entrenador del Real Betis, Víctor Sánchez, quien les ha marcado la vía del "verde" para salir del ostracismo.

Esta metonimia de Víctor atañe a futbolistas que han visto cambiar sus respectivas situaciones con la marcha del destituido Gustavo Poyet, como Rubén Castro, Charly Musonda, Dani Ceballos, Bruno González, Fabián Ruiz y los fichajes que menos han jugado: Ryan Donk, Matías Nahuel, Roman Zozulya o Darko Brasanac

"A mí no me gusta dar oportunidades, lo que me gusta es que los jugadores las pidan donde las tienen que pedir, que es hablando en el campo. Le daremos a todo al que hable ahí, en el verde", afirmó en su presentación Víctor Sánchez cuando fue cuestionado por algunos de estos casos.

Aunque el fútbol está plagado de lugares comunes como "los partidos duran noventa minutos", "fútbol es fútbol (Vujadin Boskov)", "somos once contra once" o "todos parten de cero", como afirmó Víctor, éste sí tuvo un apartado especial para Rubén Castro, con quien coincidió como futbolista en activo en el Deportivo de la Coruña y a quien Poyet sentó en dos partidos en el banquillo.

La polémica suscitada por esta decisión o por la de escorar al delantero canario hacia la izquierda, fue zanjada pronto por su nuevo técnico cuando afirmó que Rubén es "fundamental" y que jugará de delantero centro sin "ninguna duda al respecto" porque, según señaló, es donde más puede aportar.

Otros jugadores a los que la situación les ha cambiado son el belga Musonda y la 'perla' de la cantera verdiblanca Dani Ceballos, quienes no han contado para Poyet ni respondido a las expectativas depositadas en ellos tras la pasada temporada y a los que ahora se les abre una puerta para salir de su 'destierro' futbolístico.

Ceballos afrontaba el que podía ser el año de su consagración y, hasta el cese de Poyet, sólo ha jugado como titular un partido de cinco, lo que le ha costado, además, dejar de contar para la selección sub-21 de Albert Celades; mientras que la participación de Musonda se ha limitado también a un partido como titular.

El internacional sub-21 belga, cedido por el Chelsea una segunda temporada, dejó de contar para Poyet y, desde el 24 de octubre, estuvo en Londres para, oficialmente, ser tratado de una rodilla de la que se ha recuperado en coincidencia con la marcha del uruguayo.

De ellos, comentó Víctor que, aunque "parten de cero" como los demás jugadores, "son dos buenos ejemplos de futbolistas que tienen talento y un potencial tremendos" y que una de sus responsabilidades es "coger jugadores con un valor y dejarlos con otro".

Otro canterano que empezó contando y que pronto dejó de hacerlo es Fabián Ruiz, quien ha jugado tres partidos como titular y uno como suplente y a quien ahora se le abren nuevas perspectivas como a las incorporaciones de esta temporada que no han contado para Gustavo Poyet con la regularidad que se les presumía.

Entre éstas, la más llamativa es la del central holandés Ryan Donk, quien llegó del Galatasaray turco para reforzar el centro de la zaga y que sólo ha participado 76 minutos en dos partidos; y le siguen los casos del delantero ucraniano Román Zozulya (68 minutos en tres partidos como suplente) y el extremo hispanoargentino Matías Nahuel, quien ha salido en tres encuentros y jugado 80 minutos.

El medio serbio Darko Brasanac empezó jugando con Poyet y luego se diluyó con una participación mediocre de cuatro partidos como titular y tres de suplente, mientras que el central canario Bruno González, uno de los puntales de la pasada temporada con Pepe Mel y Juan Merino, ha sido también otro de los damnificados de la 'era Poyet'.

De los once partidos jugados hasta el momento y en vísperas de la duodécima jornada, Bruno ha jugado sólo cuatro partidos como titular, no lo hace desde la jornada séptima y, a partir de ahora, como ha anunciado el nuevo técnico bético, parte "de cero" para salir del ostracismo como el resto de 'desterrados'.