Las palabras de Marcelino ayer en rueda de prensa denotan que hay todavía un largo camino por recorrer hasta la materialización del Valencia 18/19 y que el punto de partida oficial, que no oficioso, será la clasificación matemática para la Liga de Campeones.
VALÈNCIA. "Una vez cumplido el objetivo hablaré con Peter Lim y por supuesto en esa reunión le hablaré con franqueza, con honradez y con el análisis de la situación. Si quieres volver a ser grande tienes que pensar en como volver a ser grande en el año 2018. Construir es mantenerse después de llegar y crecer. Eso es lo complicado y lo que hay que hacer". Estos dos fragmentos pronunciados por Marcelino García Toral en su rueda de prensa de ayer viernes en la previa del encuentro ante el Eibar, denotan que hay todavía un largo camino por recorrer hasta la materialización del Valencia 18/19 y que el punto de partida oficial -que no oficioso- será la clasificación matemática para la Liga de Campeones.
Mucho hay de momento por resolver en el horizonte. Para empezar las cuentas del próximo ejercicio. El fichaje de Kondogbia, más la amortización pendiente de deuda o la multa de la UE, componen un jeroglífico económico de complicada solución.
Pero además de ello (incluso paralelamente, ya que la economía siempre lo condiciona todo) están los parámetros deportivos del equipo blanquinegro en su vuelta a la Champions.
Para comenzar está la renovación de Marcelino. De entrada sorprensió que ayer contestara un "No" de manera rotunda cuando se le preguntó si se veía muchos años ligado a la entidad de Mestalla. Sobre la mesa está la propuesta de renovación del entrenador. Meriton desea dos años (más allá del próximo que ya está firmado), pero es evidente que el asturiano no desea un contrato largo. De ampliarse su actual vinculación contractual, parece que sería sólo por otra temporada más (hasta la 19/20). El proyecto deportivo que se le ofrezca en la vuelta a la Champions va a ser decisivo en este aspecto.
Por tanto, lo más próximo parece darle oficialidad a aquello a lo que Marcelino ya le dio seguridad, la compra en propiedad de Geoffrey Kondogbia al Inter. Veinticinco millones de euros en cuatro años para que el francés se convierta en uno de los pilares del proyecto en el año de la vuelta a la máxima competición continental. El Valencia debe comunicar a los neroazzurri la ejecución de la opción de compra antes del 1 de junio.
Otra de las incorporaciones que parece muy encaminada es la de Iván Marcano. El central cántabro parece predestinado a cambiar Oporto por Valencia. De todos modos, esta llegada no se hará pública hasta la finalización de la temporada del conjunto luso.
Otro de los temas que va tomando forma es la continuidad de Guedes. El París Saint Germain parece abocado a pasar grandes dificultades para cumplir el fair play financiero tras la consulta realizada en la reunión días atrás con la UEFA. Así que cuarenta millones de euros pueden tener la culpa de que el luso siga vistiendo de blanquinegro la próxima campaña. En cualquier caso, esta es una operación fuera de la jurisdicción de los rectores del club. Si tener un propietario tiene a veces inconvenientes, en otras son sus contactos los que pueden abrir ciertas ciertas puertas. La amistad de Peter Lim con Jorge Mendes y el dueño del PSG, Al Khelaifi es definitiva para que esta sea una negociación que lleva en exclusiva el dueño del club.
Menor parece el tema de Luciano Vietto. Su rendimiento desde enero hace pensar que el Valencia CF no pagará los trece millones y medio de euros que abren la puerta a la adquisición del futbolista argentino. En cualquier caso, Marcelino siempre ha elogiado públicamente a la que ha sido una de sus apuestas. Todo parece indicar que no continuará, pero descartarlo de manera rotunda podría ser demasiado osado. Y en el mismo plano está Andreas Pereira. Su rendimiento no ha sido el mejor y además el Valencia ha encontrado por el camino un diamante en bruto llamado Ferran Torres. Pagar tres millones de euros por la cesión del brasileño con la irrupción del de Foios parece mucho aventurar.
Y finalmente queda el capítulo de las renovaciones (excepción hecha de la de Marcelino, de la cual ya hemos hablado al comienzo). Hay dos nombres encima de la mesa: Dani Parejo y José Luis Gayà.
En el caso del capitán, ya revisó su contrato en el verano del 2015 (lo prolongó hasta el 2020), pero Marcelino lo considera prioritario. Así que, dado que ambas partes están de acuerdo, lo más normal es que aumente su vinculación contractual. Misma situación para José Luis Gayà. Sonaron cantos de sirena (concretamente del Real Madrid) durante la temporada 2014/15. Pese a la renovación que se le realizó hasta el 2020 su cláusula pasa a ser a 1 de julio de 30 millones de euros. Así que, dado que también hay buena sintonía entre ambas partes, la del lateral izquierdo de Pedreguer es otra prolongación contractual a cerrar de cara a un futuro próximo.
De todo ello se le preguntará a Mateu Alemany en breve, ya que piensa volver a comparecer ante los medios una vez la Champions esté asegurada de manera matemática (muy probablemente la semana próxima).
Por eso la posible victoria del domingo comenzará a despejar muchas incognitas. Este año no parece que el aficionado valencianista tenga que alargar la espera hasta el 30 de agosto para saber qué Valencia CF se va a encontrar en su vuelta a la élite europea.