VALÈNCIA. Gabriel Paulista comienza a ver la luz al final del largo túnel que comenzó el 30 de octubre en el minuto 72 del partido que enfrentaba al Valencia CF y al Villarreal.
A partir de ahí comenzó un calvario con error en su proceso de recuperación que enfrentó a parte de los servicios médicos del club con los técnicos y que derivó en una recaída del futbolista a principios de enero.
Llegados a ese punto la posibilidad de que el central brasileño pasara por el quirófano sobrevolaba la práctica totalidad de los diagnósticos sobre el futbolista. Sin embargo el hispano-brasileño se negaba en redondo a la intervención quirúrgica aconsejada desde el club por cuanto ello significaba el decir adiós de manera definitiva a lo que restaba de jugarse esta temporada.
Dada la desconfianza de Gabriel en los servicios médicos del club, el futbolista optó por un tratamiento conservador. Primero en manos de un fisio de su confianza que es compatriota suyo; se trataba de Michel Aguiar que desempeña su labor en el Esporte Clube Vitoria. El futbolista estuvo un mes en su país tratándose la dolencia y desde allí envió un contundente mensaje desde su cuenta de Instagram: "Puedes estar seguro de que volveré. Cirugía, un carajo".
Pasado ese periodo inicial, Gabriel acudió por consejo de la facción médica más cercana a Bordalás a una clínica de Madrid. Es la misma que recuperó a Foulquier tras la lesión en Copa ante el Arenteiro en 16 de diciembre y que lo tuvo apto para volver ante el Sevilla el 19 de enero.
Tras las primeras sesiones sobre el terreno de juego, los rumores apuntaban a que la voluntad del jugador -que siempre ha acortado los plazos de las recuperaciones de sus dolencias- era estar al menos en la lista de convocados ante el FC Barcelona del próximo domingo. Ese rumor se alimentó con la presencia del defensa en la expedición del equipo que viajó a Bilbao a jugar la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Sin embargo su inclusión en la lista de expedicionarios se debió más a la aportación al grupo que suele hacer el hispano-brasileño a que realmente tuviera opción alguna a vestirse de corto.
La mejor noticia de todas es que Gabriel completó ayer casi toda la sesión de entrenamiento con el resto de sus compañeros, señal esta de que su grado de recuperación es ya muy alto. Pese a todo, no ha participado en los ejercicios de la rampa de potencia (tampoco lo ha hecho Guedes) dado que los antecedentes hacen tomar las máximas precauciones con el futbolista.
Sin embargo ya se contempla una fecha para la vuelta del central que, evidentemente no será el próximo domingo ante el Barça. El día subrayado en rojo como meta para la vuelta de Gabriel a los terrenos de juego es el miércoles 2 de marzo para la vuelta de las semifinales de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao.
No se descarta que pudiera disponer ya de minutos en el partido anterior ante el Real Mallorca en terreno balear y evitar de esa manera que el futbolista pasara de una inactividad de casi 4 meses a la de un partido de la exigencia del choque copero ante los de Marcelino.
El 2 de marzo es la meta, atrás quedan recaídas, decepciones, enfados, desconfianzas y una negativa a pasar por el quirófano; parece que Gabriel -y en consecuencia el Valencia- comienzan a ver la luz al final de un casi interminable túnel.