VALÈNCIA. Sería una tarea titánica y de imposible factura casar las actuaciones de los actuales mandatarios del Valencia CF con sus palabras. En primer lugar, porque hablan poco. Quitando entrevistas -alguna de ellas, previo pago de su importe- en medios extranjeros, los enviados de Lim en Valencia no suelen desgranar sus líneas maestras sobre el proyecto para el club. Eso sin contar con el silencio perpetuo del máximo accionista, a quién solo se le escuchó una vez hablar. Y de aquel discurso de navidad prefabricado del 2015 podemos extraer perlas como: "Lo primero que necesitaba hacer es traer la estabilidad al club. Estabilidad tanto en el campo como financiera porque hoy en día ambas cosas están relacionadas ya que el fútbol requiere mucho dinero", y también: "Creo que la clave es la sostenibilidad, no gastar mucho dinero en un año y al siguiente tener que vender nuestros mejores jugadores para ayudar a la parte económica de la entidad". Y podemos añadir: "Mi mensaje es de tranquilidad y creo que con este grupo podemos tener un equipo formidable dentro de 2 o 3 años", e incluso rematar con esta sentencia: "Obviamente, mi objetivo a largo plazo es colocar al equipo en una posición en la cual podamos competir al máximo nivel todos lo años". Huelga cualquier comentario al respecto observando la realidad.
El último capítulo de toda esta serie de contradicciones lo encontramos en la filtración del mensaje de que Lim quiere que los refuerzos que lleguen en enero no le cuesten dinero al club y sean jugadores contrastados. Primero y principal, porque en el mundo del fútbol los conceptos "jugador contrastado" y "coste cero" se repelen como polos de un mismo signo.
Y segundo, porque atendiendo a la última comunicación de Meriton hacia la afición valencianista (la famosa carta del gato escaldado), el propio Anil Murthy habló de que este club se iba a sostener sobre la base de los futbolistas jóvenes "debemos seguir invirtiendo en nuestros chicos de la Academia y promoviéndolos hacia arriba". Sorprende la petición de futbolistas contrastados cuando el vestuario se hallaba plagado de varios, y el pasado verano el club se deshizo de ellos aduciendo que "algunos están envejeciendo y son propensos a sufrir lesiones. No podemos mantenerlos y no deberíamos". Además de todo ello, cabe recordar que es complicado promover a los chicos de la Academia cuando el verano anterior el club pagó 12 millones de euros más variables por un lateral derecho del Sporting de Lisboa, y que llegó al primer equipo directo a la edad de 20 años llamado Thierry Correia. Hay que añadir que Ferran Torres se marchó al Manchester City por una cantidad muy por debajo de su precio de mercado, y que la renovación de Kang In Lee continúa en el aire pese a la evidente intención del club de prolongar su contrato dada la condición de bandera del proyecto que se le ha pretendido otorgar desde la cúpula rectora de la entidad.. En cuanto a los jugadores que están envejeciendo y son propensos a lesiones, el primer fichaje una vez desvestidos de todo poder Mateu y Marcelino en el verano de 2019 fue Eliaquim Mangala. Los hechos hablan por sí mismos.
Pero ya que hemos entrado en el proceloso mundo del gato escaldado de Anil Murthy, cabe destacar algunas contradicciones más que el tiempo ha dejado al desnudo con toda su crudeza. Por ejemplo, "Debemos ser un Club serio. Debemos ser responsables. Un club en quiebra no es un mejor club. Debemos ser responsables. En 2017/18, después de casi una década, el Club comienza a pagar a los bancos. Los bancos finalmente están contentos. Confían en que este Valencia será sostenible". Todo ello justo en el verano en el que el club no pudo afrontar el pago de una parte de las fichas de los futbolistas y se tuvo que recurrir a una entidad financiera como Gedesco, y precisamente en el año en el que las cuentas del club revelaron que Peter Lim efectuó el pago anual a Bankia fuera de plazo.
Yendo más allá en el repaso de la misiva del gato escaldado, encontramos esta otra aseveración por parte de Anil Murthy "En la última Junta General anual de diciembre de 2019, una de las mayores preocupaciones de los accionistas fue el tamaño creciente de la deuda en 18/19 y 19/20, principalmente debido a la contratación de jugadores y el costo relacionado. Ellos están en lo cierto. Les escuchamos". Precisamente este año el club impidió las intervenciones directas en la junta general de accionistas anual que se realizó de manera telemática y además modificó el artículo 11.2 de los estatutos de la sociedad en el cual se especificaba que para acudir a las asambleas se necesitaban 9 acciones (propias o delegadas). Desde la modificación aprobada en diciembre son necesarias 400 veces más acciones. Es decir, que sólo se podrá acceder a las asambleas si se posee una cifra cercana a los 3.600 títulos. No parece que les vayan a escuchar mucho más...
Para finalizar el repaso a la misiva del felino abrasado, traemos una última cita "Seguiremos trabajando con la Generalitat y el Ayuntamiento en este importante proyecto para la ciudad. Y encontrar una solución para el nuevo estadio". Meses después de reunirse con las autoridades sin exponer más plan que el de pedir que se prorrogara la ATE, el club no ha sólo no ha movido ficha, sino que tampoco contesta a los requerimientos realizados del consistorio.