VALÈNCIA. Cuidado con las expulsiones en la Supercopa de España. Hace más de once años que el Valencia no juega esta competición, y desde entonces han cambiado algunas reglas, entre ellas la normativa disciplinaria. Y es que en caso de sanción, los futbolistas cumplirán castigo en la siguiente competición a disputar cronológicamente -es decir, en La Liga- y no en la siguiente edición de la Supercopa.
Así lo establece la normativa disciplinaria para este torneo, modificado desde la temporada 2015/2016, a causa de un vacío legal que diferenciaba entre sanciones leves y graves -como ocurre en la Copa del Rey- para determinar cuándo los futbolistas cumplen las sanciones impuestas.
El artículo 56 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en su octavo apartado, dicta lo siguiente:
Sin embargo, cuando se trata de otra competición de la RFEF, solo las sanciones graves son las que trascienden del propio campeonato para colarse en otro. En el caso de las infracciones de carácter leve, la pena se ejecuta "en los partidos de la misma competición en que dicha infracción fue cometida". Lo fija de esta forma el primer apartado del mismo artículo, donde no se hace hincapié expresamente en la Supercopa.
¿Por qué ocurre esto?
Esta regla cambió tras la expulsión del Cholo Simeone durante la Supercopa de 2014 ante el Real Madrid. Entonces, en el partido de vuelta en el Vicente Calderón, el técnico del Atlético fue expulsado y después duramente sancionado por golpear al cuarto árbitro, hacer gestos como llevarse la mano a la cara y, una vez echado, seguir el encuentro desde la grada.
Simeone fue condenado con ocho partidos de suspensión, de los cuales cumplió los cuatro correspondientes a las infracciones graves (su enfrentamiento con el equipo arbitral). Por contra, aún arrastra la penalización por las faltas leves: otros cuatro partidos que empezará a pagar en esta misma edición, en la que no se podrá sentar en el banquillo rojiblanco.
Y es que aquel curso el Código Disciplinario contemplaba todavía la distinción en la gravedad de los actos cometidos, como muestra el primer artículo que sigue vigente en Copa del Rey. Poco más tarde se estrenó el cambio con la sanción a Cristiano Ronaldo por golpear a De Burgos Bengoetxea en la última Supercopa entre Barça y Real Madrid. Al portugués le cayeron cinco partidos: no jugó la vuelta en el Bernabéu y se perdió las primeras cuatro citas de Liga.
Lo que es evidente es que si un futbolista del Valencia ve una tarjeta roja en la semifinal y el equipo juega la final, el jugador en cuestión no podrá ser de la partida. Si cae una sanción como la de Gabriel Paulista por la trifulca en Amsterdam, pasará a ser penalizado en la competición doméstica. Y si se da el caso de doble amarilla, según el artículo mencionado, también.
Otros aspectos a recordar
Hay otras reglas en relación a los encuentros de la Supercopa que resultan lógicas, pero que no está de más recordarlas.
Como si de una final al uso se tratase, cada partido tendrá prórroga en caso de empate, en la que los entrenadores dispondrán de la posibilidad de realizar una cuarta sustitución. Naturalmente, con tablas aún en el tiempo extra, habrá tanda de penaltis.
Celades, además, no tendrá que facilitar convocatorias para cada uno de los choques, bastará con la ya publicada para el viaje completo a Arabia Saudí. Eso sí, de los 26 futbolistas que el andorrano se ha llevado a Jeddah, tendrá que descartar a ocho. Es decir, pueden jugar 18 jugadores como ocurre en Liga o Copa. El resto, a la grada.
Es por eso que el entrenador del Valencia habrá de hacer tres descartes aparte de los lesionados Rodrigo Moreno, Gonçalo Guedes, Kang In Lee, Manu Vallejo y Cristiano Piccini, que seguirán el partido desde el palco de autoridades. En ese caso, los más susceptibles de acompañarles son los dos canteranos, Cristian Rivero y Vicente Esquerdo, y Elaquim Mangala o Thierry Correia, los dos descartes más habituales en las últimas fechas.