VALÈNCIA. El etíope Sisay Lema se proclamó este domingo vencedor de la Maratón Valencia Trinidad Alfonso y lo hizo con un nuevo récord para la prueba con un tiempo de 2:01:48 que supone la cuarta mejor marca mundial de la historia y confirma la cita como una de las mejores del mundo.
Lema rebajó en cinco segundos la marca que estableció en este circuito Kelvin Kiptum en 2022 y se llevó los treinta mil euros que la organización había reservado por si se batía esa registro pero finalmente no pudo pelearle el récord del mundo que el keniano estableció en el Maratón de Chicago en este 2023 con sus flamantes 2:00:35. Alexander Mutiso (2:03:11) y Dawit Wolde (2:03:48) completaron el podio.
La salida se dio al son de 'Libre' de Nino Bravo, como un nuevo homenaje al cantante valenciano en el cincuenta aniversario de su muerte, y con unas condiciones meteorológicas casi perfectas. Sin lluvia, con una temperatura de cerca de seis grados y con poco viento, el 'unicornio' con el que soñaba toda la semana la organización.
Tal y como se había pactado, las liebres impusieron un ritmo ambicioso como para soñar con arrebatarle el trono mundial a Kiptum y pronto hubo 'víctimas', entre otras, una muy ilustre: el etíope Kenesisa Bekele.
A sus 41 años, el tres veces campeón del mundo y cinco olímpico, entendió que esa no era su carrera pero lejos de bajar los brazos siguió a rajatabla su plan para lograr la mínima para los Juegos de París de este verano, algo que consiguió con creces con sus 2:04:19 que le permitieron entrar en cuarta posición.
Tardó más en descolgarse otra de las grandes atracciones de la prueba, el debutante Joshua Cheptegei, pero el ugandés, que aguantó en cabeza hasta que se superó el ecuador de los 21 kilómetros, cayó más hondo y acabó en la trigésimo séptima posición con un tiempo de 2:08:59.
Lo hizo por detrás de un exultante Tariku Novales, que ocupó la undécima plaza con un tiempo de 2:05:48 con el que cumplió su promesa previa de ser el primer español en correr esta prueba por debajo de las dos horas y seis minutos. Para él fue el récord de España y los veinticinco mil euros que había de recompensa.
La prueba, que había vendido sus treinta y tres mil dorsales, contó finalmente con cerca de veintinueve mil atletas populares, que se repartieron en ocho salidas y que confirmaron otro paso adelante cuantitativo de una carrera que contó con una enorme animación en las calles de la ciudad.