El propietario se ha envalentonado tras el buen arranque del equipo en el campeonato. Sueña con seguir compitiendo en la zona alta y da el OK a buscar hasta tres refuerzos.
VALÈNCIA. Según cuentan aquellos quienes tienen contacto habitual con Peter Lim, el magnate singapurés propietario del Valencia CF vigila muy de cerca las evoluciones de su equipo. Hasta tal punto está el propietario "contagiado" de fervor por la buena temporada que está haciendo su equipo, que actúa más en ocasiones más con la vehemencia de un seguidor, que con la frialdad de un hombre de números.
Sigue cada partido y exige. Celebra en los triunfos y se contraría en las derrotas como uno más. En la cúpula de mando del club presente en la ciudad aún tienen muy presente el enfado mayúsculo del amo del equipo tras la derrota en Ipurúa hace nueve días. Ojo, no montemos un drama dónde no lo hay. Enfado como cualquiera que sea seguidor de un equipo porque no le gusta perder, no porque ande disgustado ni con la plantilla, ni con el entrenador, a los que tiene en alta estima. Así que no es aventurado pensar que si le disgustó la derrota ante el Eibar, tampoco le habrá hecho ninguna gracia la que se produjo ante el Villarreal.
Es por ello que, pese a la precaria economía actual del club, Lim estaría dispuesto a autorizar hasta tres incorporaciones en el mercado de invierno. El propietario sueña con un equipo en primera línea a la hora de competir y es por ello que si de él depende, cuentan quienes le conocen que está dispuesto a hacer el esfuerzo.
Eso no quiere decir que se vayan a producir de manera obligatoria, fundamentalmente por cuatro motivos. El primero es porque a Marcelino no le sirve cualquier futbolista. De sobra es sabido que quiere jugadores comprometidos para no romper la dinámica de trabajo del actual grupo. El segundo es porque no es fácil encontrar piezas que encajen al precio que -pese al OK del propietario- se pueda permitir la economía del club. Tercero, porque al club le gustaría que fueran incorporaciones en propiedad y no cesiones de futbolistas que vengan unos pocos meses. En todo caso, sí sería del agrado del club algún jugador a préstamo cuyo contrato pudiera incluir opción de compra añadida (situación que el club ya ha manejado de manera satisfactoria en contratos como los de Paulista, Kondogbia o Murillo). Y cuarto, porque el club pretende que las incorporaciones sean lo más pronto posible y no tener que esperar hasta el 31 de enero para cerrar la plantilla que va a afrontar lo que queda de campeonato.
Pese al esfuerzo que podría hacer el propietario, desde Valencia se le traslada que ahora es momento de seguir trabajando en la dirección del camino marcada por Marcelino y que es tan importante el trabajo del entrenador como el poder fichar futbolistas. Es más, la previsión que se hace a día de hoy en Mestalla, es que si el club consiguiera una estabilidad económica basada en un periodo de clasificación para la Champions durante varios años seguidos (un mínimo de tres, estaríamos hablando), los refuerzos que podría buscar el club ya serían de un nivel muy superior al escalón de mercado al que se está acudiendo. Pero eso ya lo determinará el futuro.