VALÈNCIA. La sensación del todavía cuerpo técnico del primer equipo del Levante es que al campeonato le han faltado dos o tres jornadas para engancharse definitivamente al tren de la permanencia. Así lo admitió, de hecho, el propio Alessio en sala de prensa. Incluso lamentó que, quizá, a sus pupilos les haya faltado "algún empate más" para no decir adiós a la Primera División hasta la última jornada. El italiano y los suyos no se ponen excusas y saben que su cometido al coger las riendas del equipo en noviembre era sacar al Levante del agujero. Una vez consumado el descenso, el partido se empieza a jugar en los despachos y en Orriols se piensa en la planificación deportiva -incluida la del banquillo- de cara a la próxima temporada.
Hay nombres de técnicos en la hoja de ruta de Miñambres, pero Alessio también presenta credenciales para continuar en el barco en Segunda División. Tanto es así que uno de sus argumentos aún está vivo. El Levante jugará este viernes en Vallecas y deportivamente no se jugará nada, sin embargo el preparador romano sí puede firmar, en caso de ganar, una de las mejores segundas vueltas de la historia de la entidad en Primera División. Hoy los granotas acumulan 24 puntos en el segundo tramo, los mismos que logró en esa misma muestra de partidos el conjunto de Juan Ignacio Martínez en 2012, cuando logró concluir el campeonato en unas históricas posiciones europeas. La diferencia, que en la primera vuelta se consiguieron 31 puntos. Es ese el gran punto negro de la actual temporada del Levante.
Si el elenco blaugrana gana al Rayo el viernes habría cosechado 27 puntos y podría acabar el curso, a la postre, a uno de la salvación. Ese último es un dato que ya no importa al cuerpo técnico porque el descenso es un objetivo ya no logrado, pero deja a las claras la reacción del equipo. Pocos Levantes han marcado ese puntaje en un segundo tramo que, de hecho, sacaría al club de los puestos rojos de la tabla si solo contaran esas estadísticas. En 2011, Luis García acumuló 29 puntos en un gran final de campaña que dejó al club en la élite antes de que el madrileño abandonara el Ciutat. Es la mejor marca histórica de la entidad levantinista en este epígrafe. La segunda, en manos de Paco López, cuando recogió el testigo de Muñiz y mantuvo el equipo a flote con tranquilidad después de otra reacción brutal con hasta cinco victorias consecutivas. 28 fueron los puntos cosechados en aquella segunda parte de la 17/18, los mismos que con Caparrós en 2014.
Si Alessio y su Levante salen victoriosos de Vallecas, subirían al podio con la tercera mejor segunda vuelta de la historia del club en Primera División. Esta vez, sin salvación. Tal fue el drama de la primera parte de curso, con 27 encuentros consecutivos sin ganar a caballo entre dos temporadas. Es el principal argumento del italiano para presentar candidatura a Felipe Miñambres por más que el club observe el mercado de entrenadores. Esta semana ya es clave para ir dando pasos hacia delante en el proyecto en Segunda División y Alessio ya se ha postulado de manera pública: "Me siento capaz de devolver al Levante a Primera", dijo al ser preguntado por ello.
Otro de los argumentos residen en el beneplácito de gran parte de la plantilla. Su hándicap, en este caso, es que el verano será muy largo en Orriols y pueden cambiar más de la mitad de las caras del actual vestuario del primer equipo. Sus principales valedores pueden coger camino de otros clubes, de hecho en este sentido ya ha habido contactos de futbolistas y sus entornos con escudos ajenos ante el descenso, y cada uno con diferentes coyunturas contractuales. Entre las prioridades de venta -el club ha de sacar jugadores por valor de casi 10,5 millones de euros- y los futbolistas que acaban contrato, el roster del Levante puede variar de manera considerable. El cuerpo técnico, además, tiene el cariño de la gente: Alessio fue uno de los aplaudidos en la última cita en Primera del Ciutat.