VALÈNCIA. La selección española de balonmano tratará de redimirse este domingo (18:00) de la contundente derrota que encajó ante Croacia en su debut en el Europeo de Alemania con una victoria sobre Rumanía, que se antoja indispensable para lograr la clasificación para la segunda fase del torneo.
Para ello, el preparador español Jordi Ribera considera fundamental recuperar la seguridad tanto en la defensa como en la portería de la que careció en todo momento el conjunto español ante la selección croata.
Tal y como atestiguan no sólo ya las tan solo dos paradas con las que los guardametas españoles cerraron el encuentro, sino el espectacular 93 por ciento de acierto en los lanzamientos que firmaron los balcánicos, que favorecidos por la endeblez defensiva del conjunto español, erraron únicamente tres remates en todo el partido.
Tareas defensivas en las que España contará ante Rumanía con el refuerzo del veterano Virán Morros, que se incorporó este sábado de urgencia a la concentración para sustituir al lesionado Miguel Sánchez-Migallón, que se perderá lo que resta del campeonato a causa de la fractura del segundo metacarpiano de la mano izquierda que sufrió ante Croacia.
Esa baja dejaba a la selección española, como reconoció el propio Ribera, sin la posibilidad de utilizar la defensa 5-1 en la que el jugador del Benfica portugués tiene un papel fundamental.
Circunstancia que obligó al preparador español a recurrir a Viran Morros, de 40 años y que ejercía esas mismas labores antes de la llegada de Sánchez-Migallón, pese a que hace dos años que no disputaba ningún encuentro con la selección española.
Viran Morros, pese asegurar que se encuentra en perfectas condiciones físicas, recoció a su llegada a Mannheim que quizá esta un poco "falto de ritmo" de partidos tras no disputar ningún encuentro desde el pasado 23 de diciembre.
Pero la importancia de Virán, que milita desde la pasada campaña en la filas del Pfadi Wintenthur suizo, va más allá de lo físico y tendrá un papel fundamental en la recuperación anímica del equipo español.
Y es que como reconoció el propio Jordi Ribera la selección española tendrá que enfrentarse a Rumanía, sino también a las "inseguridades" generadas en el propio seno del equipo español tras su mal arranque de campeonato.
Un hecho que volverá a poner a prueba la fortaleza mental de los 'Hispanos' que, como recalcó el preparador español, han sido capaces en los últimos años de convertir cada momento malo que les ha tocado vivir en "un impulso para dar un paso hacia adelante".
Algo que deberá demostrar este domingo ante una selección rumana, que de la mano del entrenador español Xavi Pascual ha logrado volver a disputar, veintiocho años después, la fase final de un Campeonato de Europa.
Un torneo en el que la 'Tricolori' como dejó claro el viernes ante Austria, pese al claro 31-24 por el que acabó perdiendo con los centroeuropeos, no está dispuesta a ser una mera comparsa.
Para ello, Xavi Pascual, que compagina el cargo de seleccionador rumano con el de entrenador del Dinamo de Bucarest, cuenta con algún que otro interesante jugador como el portero Ionut Iancu, que firmó trece intervenciones, algunas de ellas de enorme mérito, ante los austríacos.
Sin embargo, Rumanía no sólo se ciñe a su portería, sino que cuenta con dos poderosos brazos, el del lateral derecho del Benfica Demis Grigoras, y el del lateral izquierdo del Fraikin Granollers Iosif Buzle.
Argumentos que no bastaron a los de Xavi Pascual, extécnico del Barça, para saldar con victoria su retorno a una gran competición internacional, lastrado por el exceso de fogosidad de sus defensores que vieron dos tarjetas rojas directas antes de acabar la primera parte ante Austria.
Todo un aviso para el conjunto español que ya sabe que tendrá que pelear los indecible para derrotar a la selección rumana y sumar un triunfo indispensable para seguir vivo en la competición.