VALÈNCIA. Pese al mutismo oficial es un secreto a voces que Marcelino García Toral vive en el alambre. El mundo del fútbol es cíclico y no tiene memoria, así que los resultados y la imagen que ofrece actualmente el Valencia CF conducen a una situación límite. A Marcelino no le quedan comodines por usar y una derrota en alguno de los próximos compromisos llevarían a una destitución por parte del club.
Caso de llegar a tener que poner fin a la relación contractual con el técnico asturiano, los resortes del mecanismo sucesorio están claros y marcados. Más allá de un técnico de transición hasta acabar con el aterrizaje de un entrenador contrastado, los datos apuntan a una decisión tomada desde Singapur. Es decir, será Peter Lim quien marque las directrices para elegir al nuevo técnico. Y eso es tanto como decir que Jorge Mendes va a tener mucho peso a la hora de guiar a su amigo Lim en la elección de entrenador.
Por tanto, las primeras miradas se centran en la cartera de preparadores que tiene Gestifute. Aunque hay que decir que ese es un misterio casi insondable debido a que por razones fiscales hay varios entrenadores (y jugadores) que no están vinculados directamente a la empresa de Jorge Mendes, pero sí a muchas otras que operan bajo el manto de las directrices del súperagente luso.
De hecho, Gestifute sólo tiene oficialmente en cartera seis técnicos: Costinha en el Nacional de la liga portuguesa, Paulo Fonseca en el Shaktar Donetsk de Ucrania, y Nuno Espíritu Santo en los Wolves de Inglaterra. El resto son José Mourinho y su ayudante Rui Faría. También representa a Nuno Capucho, un joven técnico de 46 años de edad pero con un recorrido muy corto en Portugal y nunca en equipos de primera línea, el Varzim y el Río Ave (de todos modos, es el mismo perfil con el que Mendes colocó en el Valencia en el 2014 a Nuno en Mestalla).
En el caso de Mourinho, no parece muy probable que pueda ser incluido en una lista de futuribles. Por salario, el poco tiempo que hace que dejó el United y la perspectiva -más que probable- de afrontar un equipo sin Champions y por tanto con la posibilidad de tener que desprenderse de jugadores importantes. Sin embargo no hay que olvidar su cercanía con el universo Mendes-Lim. De hecho se deshizo en elogios hacia la figura del propietario del club de Mestalla cuando vino en diciembre a disputar el último partido de la fase de Champions aún en el banquillo del Manchester United. "Peter es mi amigo desde hace años, incluso antes de su llegada al Valencia CF. Es un hombre con claros ideales y si yo fuera millonario invertiría en el fútbol, que es lo que hace Peter. Es propietario de uno de los mejores clubes de España y disfruta de su vida, de su pasión", dijo entonces.
Pero no sólo están los entrenadores que domina la cartera directa de Gestifute, también hay otros entrenadores que han entrenado en clubes de élite y que gravitan alrededor del universo Mendes.
Destacan dos nombres: Rui Vitòria, recién despachado en el Benfica y Leonardo Jardim, quien realizara un buen trabajo en el Mónaco, pero al que los resultados también ha acabado alejando del banquillo monegasco. Aún así, cabe destacar que en las últimas horas se ha vinculado el nombre de Rui Vitòria con un posible interés del equipo saudí Al Nassr. Del mismo modo, el conjunto chino del Beijing Guoan estaría interesado en hacerse con los servicios de Jardim. Todo estribaría en la fuerza que pueda hacer Mendes para seducirles al plantear la dicotomía de poder elegir entre el dinero de China o el prestigio que puede suponer entrenar en la liga española.
Tampoco cabría peder de vista el nombre de André Villas Boas, quien tras un claro distanciamiento en el pasado con todo lo que supone el mundo Gestifute, vuelve a hacer buenas migas con el patrón Jorge Mendes. Villas Boas se encuentra actualmente libre tras haber finalizado su vinculación con el Shanghai SIPG de la SuperLiga china. El portuense tuvo momentos existosos en su carrera en Europa con el equipo de su ciudad el Oporto, pero los tropiezos en su periplo Premier (Chelsea y Tottenham) le acabaron llevando al Zénit de la liga rusa. Acabó contrato con los de San Petesburgo en 2016 y desde entonces no ha vuelto a entrenar en el viejo continente. Otear de nuevo en su horizonte la liga española sería suficiente motivo para mirar con buenos ojos un posible interés del Valencia CF.
Por último, y aunque parece imposible, también está de fondo el nombre de Quique Sánchez Flores. Pese a que se acaba de comprometer con el Shanghai Senshua de China, el madrileño estuvo esperando hasta última hora. Sin embargo el gol de Piccini ante el Huesca hizo que el ex entrenador valencianista se decantara por tener que elegir una opción que, aunque lejana, le proporcionaba la posibilidad de volver a entrenar. Recordemos que tras un periodo de distanciamiento con Mendes, las relaciones con su entorno vuelven a ser cordiales (curiosamente paralelos en su distanciamiento y posterior acercamiento con Mendes y su paso por la liga china que el caso anteriormente descrito de André Vilas Boas). Parece complicado que pudiera deshacer su vinculación recién comenzada con el Shanghai, pero volver a España y a su casa, el Valencia CF, es un caramelo demasiado apetecible como para dejar totalmente descartado el nombre de Quique.
En definitiva, que sólo en el caso de una reacción contundente del equipo se podría hablar de revertir la situación. Dadas las únicas cuatro victorias en liga y la deriva en la que parece haber entrado el equipo pensar en el escenario de un cambio en el banquillo -y además tutelado desde Singapur con asesoramiento directo de Mendes- es el escenario más natural. Para un caso, o para el otro serán los resultados los que dictarán la sentencia final.