VALÈNCIA. La selección española masculina de hockey sobre hierba va a pelear por las medallas en los Juegos Olímpicos de París después de derrotar este domingo en los cuartos de final por 2-3 a Bélgica, actual campeona y una de las grandes favoritas.
Los 'RedSticks' firmaron un sensacional partido ante los belgas, su 'bestia negra' de los últimos años, pero a los que maniataron hasta un final repleto de emoción y sufrimiento porque su rival tuvo un extraño y polémico 'penalti corner' con el reloj a cero para empatar, pero emergió la figura de Luis Calzado para negarles el empate y meter a España en unas semifinales olímpicas por primera vez desde la plata de Pekín 2008.
El combinado que dirige Max Caldas había perdido en sus últimos siete enfrentamientos con la actual número uno del ranking y esta vez sí supo tomarla la medida, llevando siempre la iniciativa en el marcador, sobre todo en un segundo tiempo más trepidante y donde salió ganadora de un choque que se abrió, pero en el que tuvo que pelear hasta el final.
Bélgica salió muy decidida a meter miedo. Los 'RedSticks' se vieron encerrados de inicio y sufrió con dos 'penalti corner' que no vieron puerta. Poco a poco se fueron rehaciendo y tomándole mejor pulso al partido, aunque sus llegadas al área no fueron demasiadas fructíferas salvo un lanzamiento en acción individual de Marc Vizcaíno.
La mejor noticia es que la actual campeona olímpica ya no atosigaba tanto ante una España bien plantada y sin cometer errores graves que permitieran contragolpes o 'penaltis corner'. Con el choque igualado, Marc Reyné y José Basterrra tuvieron buenos intentos antes de un descanso sin goles.
Un paso por vestuarios que trajo un escenario diferente, con un partido más de ida y vuelta, que favoreció a los 'RedSticks, que se pusieron por delante tras un gol de Basterra y después de haber desperdiciado un 'penalti corner'. La alegría fue efímera porque Bélgica replicó al instante con el tanto de Arthur de Sloover.
La selección de Max Caldas se creía por fin que podía tumbar a su 'bestia negra' y no se achantó, apretó y fue la que más pisó el área rival y la que más ocasiones tuvo, aunque se llegó con todo igualado a unos 15 minutos finales angustioso y con final feliz.
Reyné puso de nuevo por delante a los españoles cuando faltaban cinco minutos y, con los belgas ya sin portero, la ventaja creció 3-1 a falta de tres con el 'penalti corner' de Marc Miralles. Pero Bélgica no se rindió, recortó rápido y continuó apretando, incluso con el reloj a cero. Los árbitros, tras un momento de discusión y de tensión, decidieron conceder un 'penalti corner', pero Luiz Calzado echó de su trono a la campeona