ALICANTE. El del Ciutat de València fue un mal partido, probablemente el peor de la era Francisco Rodríguez. El Elche no se vio por momentos tan desbordado como había ocurrido una semana antes frente al Rayo. De hecho, llegó a tener el choque controlado durante buena parte del primer acto, pero el resultado fue infinitamente peor.
Ahora bien, teniendo en cuenta la tan buena como merecida situación clasificatoria del equipo franjiverde, un resbalón como el del viernes no solo era posible, es que resulta hasta comprensible. Es más, lo anterior unido a que tras el choque ni el técnico ni sus jugadores escurrieron el bulto, señalaron al empedrado o recurrieron a poner paños calientes, obliga a todos (empezando por el entorno) a tener cintura, mantener la calma y pasar página: toca concentrarse en la cita con el Barça, tratar de disfrutar del acontecimiento que representa, sin dejar de mirar de reojo al grupo de equipos del descenso, confiando en que sigan con su errática marcha, pero tampoco obsesionarse.
Tanto 'Tete' Morente como Josan Ferrández eran los primeros en invitar a lo anterior, ya la noche del viernes en declaraciones a la página oficial del club.
"Este golpe nos va a venir bien para que no nos relajemos y tirar para adelante", apuntaba el chiclanero, quien calificó como "dura" la derrota encajada. "En casa el equipo está muy bien y la semana que viene tenemos el partido contra el Barcelona y vamos con la idea de sacar los tres puntos", añadía Morente, esforzándose en dejar claro que van a seguir "dándolo todo" para la consecución del objetivo de la permanencia.
Josan, por su parte, aludía a la vocación de ave fénix de la que ha hecho siempre gala el vestuario franjiverde: "Se levanta y trabaja desde el minuto 1. No deja de luchar, no descansa y cada día quiere mejorar", decía el crevillentino para, a continuación, aludir "a las ganas de que llegue el próximo partido para sumar los tres puntos".
Josan pedía el apoyo de la afición de cara a la próxima jornada y aludía a algo que Francisco había sido el primero en apuntar, ya en la sala de prensa del Ciutat de València: los errores individuales. "Debemos corregir los errores", decía el extremo franjiverde, mientras que el preparador almeriense apuntaba que "es imposible ganar en LaLiga Santander cometiendo errores así": "Estoy jodido y cabreado por la relajación a nivel individual, los errores de concentración que costaron los dos primeros goles", insistía Francisco, apuntando a Johan Mojica, el lateral colombiano que salió para mal en las fotos del 1-0 y 2-0. El técnico tendrá que introducir cambios ante el Barça, para empezar porque no podrá contar con Gumbau, que será suspendido por un partido por su expulsión, un castigo merecido por su fea entrada sobre el joven Pepelu y que lastró también al Elche, pues dejó al equipo con un hombre menos cuando contaba con minutos por delante para recortar distancias en el marcador, provocando que a su rival se le aparecieran los fantasmas que le han atenazado en varias ocasiones en lo que llevamos de curso.
"Hay compañeros que lo harán igual de bien, a levantarnos", decía Francisco sobre la ausencia del mediocentro gerundense, al tiempo que apuntaba directamente a Kike Pérez como recambio. A no ser que al almeriense le pase como al galés Toshack cuando decía aquello de "el domingo me cargaría a todos los jugadores; el martes, sólo a ocho; el jueves creo que los culpables son solo dos o tres; y al final acaban jugando los mismos once cabrones de siempre", Kike Pérez no será la única novedad en el once. El concurso del toledano le dará otro aire a la sala de máquinas franjiverde, algo de lo que adoleció en València, donde jugar con una pareja de mediocentros tan física le terminó lastrando ante un rival que le cedía la iniciativa con el balón y lo fiaba todo a las contras. El Levante no solo estuvo sobresaliente en ese aspecto, también a nivel defensivo, con su defensa de cinco, neutralizando uno tras otro los balones que colgaban desde las alas los franjiverdes, buscando a Boyé y Carrillo. Como idea estaba bien, máxime teniendo en cuenta que por dentro, por los dos mediocentros que tenías en el campo, además de la baja de Pastore (se le terminó echando de menos), tenías pocas opciones de encontrar el camino hacia el gol. El problema es que el rival también juega y el del viernes, además de jugar, lo hizo mejor.