Luz Redondo sigue creciendo como jugadora en el Complutense Cisneros

VALENCIA. Luz María Redondo de Haro (Valencia, 16 de octubre de 1998) es una de las jugadoras de rugby7 con más talento y futuro que ha brotado en el deporte valenciano. La deportista del Proyecto FER viene de cuajar una temporada importante a nivel personal y colectivo tras adaptarse a una liga muy exigente como la que se disputa en Madrid y rendir a buen nivel en el Complutense Cisneros.

"Esta temporada ha sido una de muchos cambios. He empezado una nueva etapa de mi vida en Madrid, cambiando de equipo y jugando con el Complutense Cisneros. Solo el hecho de jugar la liga de Madrid ya suponía un gran reto, porque hay más equipos, y más nivel que en la Valenciana. Conforme fue avanzando la temporada, mis objetivos fueron cambiando, lo más importante era ganar la Liga de Madrid y quedar entre los dos primeros equipos de la División de Honor B. Por eso, ganar la Liga de Madrid y también la División de Honor B y convertir al Cisneros en un equipo de los equipos que disputará la División de Honor Iberdrola de la temporada 17-18 pues ha sido muy especial, todo un reto para mi", explicó la jugadora en un primer análisis sobre los resultados cosechados esta temporada.

Desde una visión más global, Luz Redondo se siente satisfecha por el cómputo general de esta campaña: "Estoy muy contenta por cómo se ha desarrollado la temporada. Empezó con un equipo nuevo que al cabo de poco tiempo acabó por convertirse en una familia, y además ha sido una temporada de muchos cambios y retos que desde el primer momento me empeñé en ir superando. Ha significado una mejora muy importante a nivel deportivo tanto a nivel personal como de equipo", reconoció.

Respecto a la próxima temporada, la deportista del Proyecto FER ya traza las diferentes metas que superar con su actual club: "Para la temporada que viene el objetivo principal es disputar a nuestro máximo nivel la División de Honor Iberdrola. Y a nivel personal, seguir mejorando siempre; mejorar mi físico para estar a la altura de lo que el equipo necesita, y seguir entrenando que es la manera de ir siempre a mejor", comentó.

Por otro lado, Luz Redondo también valoró una posible participación olímpica a largo plazo y reconoce que aunque se trata de un reto de "palabras mayores" sigue siendo el "sueño" de cualquier deportista y el único camino es "trabajar y trabajar" para obtener esa posibilidad olímpica. 

En lo que concierne a sus inicios en el rugby, Luz Redondo cuenta a Plazadeportiva.como como fueron sus primeros pasos en un deporte que le ha encandilado por completo. "Oficialmente, empecé a jugar al rugby cuando tenía 13 años. Sin embargo, mi aventura con el rugby empezó mucho antes, para ser más exactos, dos años antes; en Francia, uno de los países punteros en este deporte. Me fui en verano a estudiar a Montpellier, con la suerte, que el hijo de la familia con la cual yo vivía jugaba. Un día me invitó a verle a jugar, y a la semana siguiente ya estaba entrenando con sus amigos. Ese primer verano pasó, y al volver a España olvidé el rugby. Al volver al verano siguiente, volví a retomarlo, con tan buena suerte que al iniciar en septiembre las clases se lo comenté a mi profesora de Educación Física y me propuso ir a entrenar un día con el equipo femenino del CAU Rugby Valencia. Enseguida me enganché, y aunque aquella temporada la pasé entera entrenando y viendo los partidos desde el banquillo (era demasiado joven para jugar) me sirvió para saber que quería dedicarme a mi máximo nivel al rugby", dijo.

Por último, Luz Redondo también ha iniciado otros proyectos interesantes en su formación académica más allá de su prometedora carrera en el rugby. Además de brillar con el equipo Complutense Cisneros, la jugadora compagina la élite deportiva con sus Estudios Internaciones de Derecho.

"Es complicado, ya que implica madrugar todos los días, ser muy constante y tener muy claras cuales son tus prioridades. En mi caso, son los estudios y el rugby, y es por ello que a veces me toca sacrificar mi vida personal para poder ir una hora más al gimnasio o estudiar todo lo que no voy a poder estudiar durante las horas que tengo de entrenamientos de rugby o gimnasio. Me gusta muchísimo mi carrera, y eso ayuda, porque así ponerme a estudiar me cuesta menos; pero aún así hay muchas veces que es difícil madrugar e ir directa al gimnasio, luego a la biblioteca, de ahí a clase y para terminar el día al campo de rugby a entrenar. Muchas de mis amigas no entienden como con 18 de años no me muero de ganas por salir y demás, y yo siempre les digo lo mismo, mis prioridades no son esas, y si quiero alcanzar mis sueños tengo que trabajar todos los días", concluyó Luz Redondo.