VALÈNCIA. La línea del horizonte del Valencia está borrosa. Todas las decisiones que afectan al futuro de la entidad siguen en punto muerto hasta que el gobierno de Singapur, que se mueve muy lento, marque las directrices. La derrota en la Copa del Rey apunta a un proyecto que, sin competir en Europa, será, otra vez, de fuerte contención del gasto. La única certeza es que habrá ventas por valor, aproximadamente, de 30 millones de euros para cuadrar números y que Guedes, el jugador franquicia, lleva tiempo en el escaparate. Carlos Soler y José Luis Gayà siguen sin tener clara su continuidad en el club y la negociación por ambas renovaciones continúa embarrancada.
La otra cuestión capital es la de José Bordalás. Según ha podido conocer Plaza Deportiva, Anil Murthy duda sobre si el alicantino es el idóneo para conducir el proyecto del próximo curso. En las diferentes rondas de conversaciones que ha mantenido el presidente con diferentes agentes o intermediarios de jugadores ha dejado caer en varias ocasiones que no le gusta el juego del equipo.
Murthy se quejaba del fútbol del equipo antes de que la liga experimentase el último parón para la disputa de partidos internacionales. La conquista de sólo dos puntos sobre doce posibles en las últimas cuatro jornadas de liga, jugándose la temporada a la Copa del Rey, ha endurecido su postura respecto al entrenador. Meriton duda de Bordalás. ¿Los motivos? El juego y el agrío cara a cara que mantuvieron ambas partes en el mercado de invierno después de pactar meses atrás, cuando concluyó el de verano, una hoja de ruta que, finalmente, no se cumplió y provocó el disgusto del entrenador.
Bordalás tocó techo en su currículo como profesional del fútbol del banquillo cuando hace un año comenzó a negociar con Meriton su incorporación al Valencia CF. Hasta entonces, el técnico, siempre que se había referido al Valencia como técnico del Getafe se había deshecho en elogios hacia estadio, club y, fundamentalmente, afición. En su fuero interno quería entrenar en el Valencia. Cuando fracasó la primera intentona de contratación por la presencia del 'Geta' en Europa League y el retraso en la competición a causa de la pandemia por la covid-19, el técnico se quedó contrariado. Por fortuna para él, el fracaso de Javi Gracia en la 2020-21 reactivó las negociaciones que, esta vez, cuajaron. Llegó a Mestalla para subir un escalón en su carrera y ha estado en un tris de ganar la Copa del Rey.
El preparador alicantino firmó el habitual contrato de dos temporadas con Meriton. Pero esta vez, por los precedentes con Gracia, se incluyó una cláusula de escape, poco gravosa, a la que podían acudir las partes para romper el vínculo si alguna de ellas no estaba satisfecha. Meriton se plantea acudir a esa opción para romper con Bordalás y acudir al mercado en busca de un nuevo entrenador. Bordalás corre el riesgo de ser el noveno entrenador que cae fulminado por Peter Lim, excepto que sea el que decida no seguir.