VALÈNCIA. Mestalla como epicentro de todas las cosas. Cuando club y Ayuntamiento continúan enzarzados en una batalla acerca del inacabado coliseo de la Avenida de Cortes Valencianas, el estadio de la Avenida de Suecia toma una importancia capital en las citas de los próximos días.
Comenzando por las protestas previstas para mañana 11 de febrero. Las entidades convocantes entienden que el éxito de la movilización pasa por comseguir una imagen impactante, y esa no es otra que la de dejar Mestalla vacío. Para ello se basan, entre otros argumentos en unas palabras de Layhoon en la rueda de prensa post junta general de accionistas en las que atribuyó la dimisión de Murthy a las protestas que dejaron Mestalla vacío el 21 de mayo de 2011 frente al Celta y en las que contradecía el comunicado oficial que anunció el 30 de mayo la destitución de Murthy. En el comunicado, ponía el acento en las opiniones vertidas por Murthy en los ya famosos audios de "Superdeporte" de los que el club adujo que se produjeron a título personal y que el club no compartía en absoluto. Sin embargo, el 12 de diciembre, preguntada nuevamente por esta situación la respuesta fue distinta: "Vi las imágenes de la protesta y el estadio vacío. Es algo que no podemos permitir. El consejo llamó a Anil a Singapur para recibir una explicación, y le transmitió que eso no podía ser."
Por encima de creer una versión u otra, lo bien cierto es que, sin ser la concentración que a más gente atrajo, el impacto de las gradas del estadio vacías dio la vuelta al mundo y consiguió una resonancia en los medios de comunicación de todo el planeta. Es más, dadas las instrucciones que tienen dadas los realizadores televisivos del canal que produce las retransmisiones de los partidos, es más que evidente que se va a intentar silenciar cualquier tipo de protesta contra la propiedad (tal y como viene ocurriendo en el último año y medio) dada la buena relación que el presidente de LaLiga tiene con el propietario Peter Lim. Uno de los argumentos de los convocantes es que la grada vacía es imposible de ocultar en la retransmisión.
Justo por eso en esta nueva protesta Libertad VCF, entidad convocante de las movilizaciones, ha instado a los valencianistas a no acceder a la grada hasta el minuto 19 rechazando algunas voces que aseguran que eso es dejar sólo al equipo en un momento complicado para una plantilla que se acerca peligrosamente a los lugares de descenso de categoría.
Mientras entidades próximas al club (y algunos de los embajadores como Tendillo o Arias) hablan de la importancia del empuje de la grada desde el primer minuto, quienes prefieren optar por la protesta esgrimen contra argumentos como que con público en la grada el equipo ha perdido partidos o que por 20 minutos no se va a bajar a segunda segunda división. Y por encima de todo ello, los partidarios de la protesta entienden que va encaminada a un bien mayor, como la recuperación del club, que se ha de anteponer a la hipotética consecución de un bien menor como un resultado deportivo puntual.
Cómo reaccionará un equipo joven al impacto de saltar a un terreno de juego con las gradas semivacías y, de igual modo, cuál será su respuesta con las gradas pobladas es toda una incógnita.
En cualquier caso, no es la primera vez que la grada de Mestalla sale a debate. Tras la eliminación copera, el ya dimitido Gennaro Gattuso apuntó a las críticas de Mestalla como una de las causas de la endeblez del juego de su equipo: "Sinceramente, me gusta jugar en casa, pero en este momento no es fácil jugar en casa. La afición tiene razón. No le gusta cuando se juega abajo y aprieta. Se sabe que cuando no ganas la afición no está contenta y no es fácil jugar en un estadio como Mestalla con 45.000 personas que te aprietan al primer fallo".
Tras la eliminación copera llegaron dos derrotas más y las protestas van a coincidir con la llegada nuevamente del Athletic. El tópico habla de convertir Mestalla en un fortín para afrontar la segunda vuelta y evitar el descenso de categoría. Lo que está claro, es que, en el verde y fuera de él, Mestalla va a dar mucho que hablar en los próximos días.