Mis regalos de Papá Noel

Faltaban cuatro minutos para las doce de la noche y ayer todavía estaba cerrándose la decimoquinta jornada de Liga en la Primera División. En la víspera de Nochebuena hubo fútbol. Un miércoles en el que muchos de l@s niñ@s ya no fueron a clase. Y también habrá partidos antes de Año Nuevo. Justo lo que veníamos reclamando durante tantos y tantos años: acercar el fútbol a l@s más pequeñ@s. Pero claro, en un 2020 de pandemia, pues como que no. Parece que en España nos gusta hacer las cosas al revés. Atraer a nuestra competición la maravillosa tradición el Boxing Day inglés es algo por lo que los clubes deberían apostar. Y soy el primero que entiende que para los profesionales –jugadores, cuerpo técnico…- renunciar a sus familias en unas fechas tan señaladas sería un enorme esfuerzo, pero al mismo tiempo deben reconocer que en el sueldo llevan la penitencia. Ojalá, tal día como hoy, pudiéramos vivir una experiencia así desde dentro de un estadio en 2021.  

En la previa de una de las noches más mágicas del año, uno recupera la ilusión de cuando era niño y más ahora que soy padre. Invadido por ese espíritu que casi sin querer nos hace ser un poco más felices, me gustaría transcribir una pequeña lista de deseos para que Papá Noel los envuelva en papel de regalo y me los deje mañana junto al árbol de Navidad. ¡Allá voy! 

1.      Si en plena ola de coronavirus no pidiera primero salud, alguna cosa estaría funcionando mal en mi cabeza. Ahora, lo único importante es poner fin a este maldito virus que nos ha cambiado la vida. Así que volver a disfrutar de la antigua normalidad sería fundamental para continuar con el listado. 

2.      Recuperar las sensaciones del primer tramo de 2019 sería lo siguiente. Que se te vuelva a erizar la piel con aquella ilusión que nació en el valencianismo tras la histórica remontada ante el Getafe y que culminó con la conquista de la Copa del Rey ante el todopoderoso Barça de Messi y compañía. Pero, aunque tod@s nos quedamos con aquel inolvidable 25 de mayo, tenemos que ser conscientes de que también disfrutamos del camino. El gol de Guedes frente al Krasnodar en la Europa League, la eliminatoria contra el Villarreal, las semifinales en Londres y la certificación de la clasificación para la Champions en Valladolid son momentos en los que también supimos sonreír.  

 3.      Pero como regresar al pasado solo sirve para aprender a afrontar mejor el presente, mi tercer deseo se centra en él. En él y en el futuro. Porque 15 puntos en 15 partidos es una puntación que hace temblar a cualquiera. En una temporada normal son números como para sufrir y mucho por mantener la categoría en el mejor de los casos. Y pese a que la plantilla no es la mejor de la historia, tampoco hay equipo para solo haber ganado 3 encuentros en otros tantos meses de competición. Por ello, pido un plus de rendimiento a todos: desde el primero de los jugadores hasta el último de los técnicos para demostrar que este vestuario es capaz de sobreponerse a las circunstancias y arrancar un nuevo año que solo por una cuestión de probabilidad debería de ser bastante más feliz para sus aficionados.

 4.      Y si por algo se caracteriza el primer mes del año en el fútbol es por el mercado de fichajes. Un par de alegrías en forma de caras nuevas no vendrían nada mal. Activos que reforzaran especialmente el centro del campo. Ante el Sevilla, sin Racic, a Javi Gracia no le quedó más remedio que variar el sistema porque no tenía quien sustituyera a un chico de apenas 22 años que además continúa en crecimiento. Yo en la defensa, sin embargo, confío mucho en Guillamón. Si Hugo se recupera y Paulista vuelve pronto –seguro que recorta los plazos previstos- creo que esa pareja es más que suficiente como para echar el cerrojo a la portería de Jaume. Aunque por delante, no lo voy a negar, vamos a vivir semanas con mucha incertidumbre dependiendo de Mangala y Diakhaby. Así que, si Papá Noel me deja algo de suerte en un sobrecito, ascos no le voy a hacer. ¡Feliz Navidad!