VALÈNCIA. Los recursos tácticos de Paco López parecen inagotables. Ha vuelto a dejar boquiabierto a Simeone con su puesta en escena y en una semana le ha ganado cuatro puntos de seis a un equipo que en los 21 partidos de liga anteriores había concedido una victoria y tres empates, y que se las prometía muy felices ante la posibilidad de meter seis puntos extra con sus perseguidores.
El Llevant saltó al campo plagado de unidades B (más que suplentes) y con un planteamiento muy atrevido: le cuestionaba el balón, en la salida, a los colchoneros, con un claro 3-4-3, pasaba a un 5-2-3 en la transición y se replegaba a un 5-4-1, si había que fajarse atrás. Así incomodó al Atlético durante los 45 primeros minutos, en los que el Llevant tuvo tres ocasiones clarísimas, además del gol de Morales, con doble carambola que dejó vizco a Oblak. Parecía una venganza por el churro de Llorente días atrás, que representó el empate en Orriols.
La mayoría de peones cumplieron de forma más que notable; otros no tanto. Y en la reanudación Paco López tardó un mundo en refrescar al equipo, que lo pedía a gritos. Eso dio alas a los madrileños, que se lanzaron al ataque, una y otra vez, por la banda de Toño. Con el equipo sufriendo por esa herida emergió inmensa la figura de Cárdenas, con la templanza de un tipo que llevase una década en Primera. Incluso en el palo de Suárez, de libre directo, pareció que, de ir el esférico un palmo dentro, lo hubiese despejado. No quedaron atrás sus centrales. Vezo, Duarte y Pier firmaron un partido soberbio. El del gallego, el mejor desde que viste de blaugrana. Coke también rayó a un nivel alto, en banda y muriendo en cada pelota interior al área (hubo mucho balón parado).
En el 61' De Frutos entró por Rochina, que se fue apagando tras una gran primera mitad, y Gómez por León, que volvió a ser el futbolista indolente que estuvo más fuera que dentro de los planes de López. Eso dio vidilla al equipo, sin duda, pero hasta el 70' no se reforzaron los laterales y hasta el 80' la sala de máquinas. La firme presión colchonera, con más corazón que cabeza, pedía ese giro del partido mucho antes. En cuanto saltó al césped, Clerc se hizo amo y señor de su banda. Para entonces Malsa (que estaba destinado a descansar y entró en el último suspiro por Postigo) y Bardhi estaban exhaustos. Les brillaron los ojos, al fin, cuando vieron al cuarto árbitro revisar las botas de Vukcevic. El macedonio, por cierto, volvió a firmar otro partidazo, en su polivalencia, esta vez en el doble pivote. Allí su perfil creativo permitió generar superioridades en la medular que fueron un suplicio para el Atlético.
No, el Atlético no mereció, a los puntos, el empate. Nada de eso. El Llevant tuvo en la segunda mitad el punto de fortuna que le faltó en la primera para poder haberse marchado al descanso con una goleada de escándalo. Eso, Cárdenas y una ingente labor defensiva de todo el equipo. Y el golazo de De Frutos en el 94'. Un 0-2 que pudo haber hecho Gómez en el 87', sólo ante Oblak.
Atlético de Madrid 0-2 Llevant UD
UNO A UNO: Cárdenas (9); Coke (7) (Son (6) 70'), Vezo (8), Duarte (8), Pier (9), Toño (4) (Clerc (8) 70'); Malsa (7), Bardhi (8); Rochina (7) (De Frutos (7) 61'), León (3) (Gómez (6) 61'), Morales (7) (Vukcevic (6) 79').
—Paco López (8).
GOLES: 0-1 Morales 30'; 0-2 De Frutos 94'.