Esta semana hizo un año desde que Mateu Alemany se hizo cargo de la Dirección General del Valencia y lo hizo por una recomendación directa de Tebas a Meriton de ahí que todo los que sale de boca del Director General hacia el Presidente de La Liga sean parabienes...
VALÈNCIA. Aunque Javier Tebas se ha convertido en blanco de las iras de tantos y tantos aficionados y por razones más que justificadas, también es posible encontrar algo que agradecerle al Presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Algún acierto había de tener y no tenemos por qué no reconocérselo e incluso agradecérselo. Además, en este caso, el acierto está directísimamente relacionado con el Valencia Club de Fútbol. Esta semana hizo un año desde que Mateu Alemany se hizo cargo de la Dirección General del Valencia y lo hizo por una recomendación directa de Tebas a Meriton de ahí que todo los que sale de boca del Director General hacia el Presidente de La Liga sean parabienes. Layhoon había asumido que no estaba en absoluto capacitada para llevar el Club, algo que obviamente nunca reconoció en público pero que veía todo el Mundo y aceptó el consejo de Tebas al respecto de contratar al mallorquín para poner un poco de orden en el disparate en el que habían convertido el Valencia y así fue como Alemany llegó a nuestras vidas.
Cierto es que la incidencia de Alemany en cuestiones ajenas a lo deportivo no es –ni mucho menos- la esperada y quizá sea por ello que la entidad sigue literalmente embarrancada en una serie de asuntos que están siendo noticia estos días como, por ejemplo, el pago a Bruselas. Imagino yo que si se ha limitado casi exclusivamente a lo deportivo será porque es hasta donde, por lo menos de momento, le han dejado llegar pero, a la vista de lo acontecido en este último año parece evidente que… no es poco. O… mejor dicho, es mucho. Primero porque empezó eligiendo a Marcelino para coger las riendas de un equipo ruinoso desoyendo la elección del entonces Director Deportivo que tenía prácticamente contratado a Quique Setién y ese –sin duda- fue el primer gran servicio de Mateu Alemany al Valencia aunque pudiera parecer poco ortodoxa la maniobra de desautorizar a quien, en aquel momento, detentaba la responsabilidad deportiva de la entidad. Echa la elección, contratado el nuevo entrenador y, algo tarde a la vista de su manifiesta incapacidad, eliminado de la ecuación ‘Talín’ Alexanco hizo falta muy poco tiempo para comprobar que el tándem funcionaba a la perfección. En tiempo récord fueron capaces de desmontar la estructura de una plantilla acomodada, perdedora y revanchista con el aficionado para volver a construir un equipo que, desde el primer minuto de la temporada, se ha mostrado autoexigente, competitivo y absolutamente matrimoniado con la afición.
Si conseguir algo así entraña una gran dificultad en cualquier Club, seguramente es, todavía , mayormente complicado en una entidad con la peculiaridad de contar con un propietario que físicamente está en permanente estado de ausencia pero que también acostumbra a , de vez en cuando, enviar a sus capataces deportivos y no deportivos para recordar quién manda.
El balance del primer año de Mateu Alemany , pese a deslices -seguramente inducidos- como el de la última rueda de prensa sacando pecho tras la chapuza de los precios para las entradas de Copa, sólo puede ser positivo o ... sobresaliente. Ojalá la capacidad de gestión que ha demostrado en la parcela deportiva pudiera extenderla a más ámbitos de la sociedad porque, de ser así, seguramente se acabaría encontrando soluciones a asuntos que desde la soberbia son difícilmente solubles pero eso, aunque él nunca lo reconocerá porque no debe hacerlo, tampoco depende del dirigente mallorquín. Nunca pensé que llegaría a decir o escribir esto algún día pero... ¡Gracias Tebas!