Ni Alessio frena, de momento, la verbena defensiva del Levante

13/12/2021 - 

VALÈNCIA. El Levante sigue siendo un desajuste defensivo constante. Ni Alessio, de momento, ha conseguido frenar la hemorragia. Y eso que el italiano llegó al banquillo con su metódico modus operandi bajo el brazo y con un bagaje más que meritorio en la categorías inferiores del club en lo que a cerrojo en la portería se refiere -dejó el Atlético Levante siendo el segundo equipo menos goleado de su grupo en la Segunda RFEF y ni mucho menos era de los punteros en la clasificación-. Es decir, Alessio es un obseso del orden defensivo, sobre todo en las jugadas a balón parado, y por más que el filial no optase a meterse entre los candidatos al ascenso, su telaraña estaba más que tejida en el equipo. Pues bien, con la primera plantilla aún tiene trabajo por delante. 

Precisamente en las jugadas ABP es donde más sufre el cuadro granota y en Cornellà ya se hicieron evidentes algunos cambios que el técnico había puesto en marcha en anteriores citas. Solo dos piezas con marcaje en zona, el resto con marcas al hombre, y una línea paralela en área con marcas en zona para las faltas laterales. Un marcaje mixto diferente y ni por esas el Levante dejó de encajar a pelota detenida. En el tanto espanyolista del empate a tres, a la salida de un córner, la desarticulación del entramado defensivo fue notable. Roger y Mustafi fueron los zonales, y Bardhi quedó a la corta pendiente de un posible segundo hombre al lanzamiento. El resto, al hombre: Clerc se duerme en su marcaje a Cabrera, Malsa en el de Sergi Gómez, que termina prolongando, y Son sencillamente pierde el duelo ante Puado. Paradójicamente, aún con su mezcla de sensaciones en el choque, el lateral sevillano es de los pocos que no pierde su marca en esa acción, aunque sea superado.

 

Ese gol es el séptimo tanto que el equipo concede este curso en esas lides. Y se trata de un drama que viene de lejos. No es con Alessio en el banco, ni con Pereira -con el extremeño se encajaron cuatro tantos en ABP- ni con Paco López, a la vera del cual el problema comenzó a extenderse hace dos temporadas. Sea a las órdenes de quien sea, la zaga levantinista tiene un problema crónico y que es urgente curar. De hecho, tanto Alessio Lisci como Darío Navarro se desgañitaron en el área técnica para corregir varios desórdenes a balón parado. Curiosamente, en uno de ellos para enfado del cuerpo técnico, la defensa salió airosa y propició el contraataque que De Frutos sirvió en bandeja a Morales para el 2-3.

Ante Cádiz, Mallorca, Sevilla (por partida doble), Granada, Betis y Espanyol se han concedido goles a balón parado. A estas alturas la temporada pasada el Levante ya sumaba seis, persiguiendo las estadísticas de la campaña inmediatamente anterior, que ya fue terrible en este aspecto. En total, el 22% de los tantos que ha recibido el conjunto de Orriols esta temporada han llegado en este tipo de jugadas. Y ha encajado 32, el peor global defensivo de La Liga, compartiendo con el Cádiz la diferencia de goles más dramática de la categoría con mucha diferencia (-16). Y es que el Levante, al menos en el encuentro de este sábado, logró desbloquear su parálisis a partir de tres cuartos. El equipo marcó y también creó ocasiones. Puso en aprietos al rival durante muchos minutos: el Espanyol se marchó al descanso absolutamente maniatado, deseando que llegara el intermedio. 

Sin embargo, de nuevo el blandiblú en retaguardia arruinó los planes granotas. Lo adviritió Alessio claramente tras el encuentro: "El aspecto defensivo nos está penalizando durante todo el año". Y tiene razón. Una queja parecida lanzó el propio Paco López cuando el Levante tiró por tierra una victoria en casa ante el Rayo Vallecano, este mismo año, por un error general en juego dinámico. Morales no terminó una jugada de ataque y a raíz de la recuperación rayista llegó el gol de Sergi Guardiola para silenciar al Ciutat de València. Los desajustes no solo se dan cuando la pelota está parada y hay que cuidar de cerca las marcas, también se producen con balón en juego. Y son muy groseros. El fallo de la línea de cuatro en el gol de De Tomás esta pasada jornada no hace más que sumarse a otros dramas que han terminado arrojando al club directamente al hoyo: ese mismo error mencionado ante el Rayo, la verbena en los dos tantos del Celta en casa donde Mustafi y Vezo se vistieron de enemigos, la película de miedo contra el Granada, la pasividad en dos de los goles de Juanmi en el Villamarín... La lista es larga y Alessio trabaja para solucionar un problema que aglutina la mayoría de las preocupaciones.

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