VALÈNCIA. "Pensábamos que había que intervenir y buscar los recursos para recuperar solvencia, para estar en los partidos y tener opciones. Queríamos ser sólidos y es lo que hemos buscado con ese 5-4-1 y luego cuando tuviéramos la pelota, tratar de ser profundos. A mí me encanta comer ensaladilla rusa, comería todos los días, pero también algún día hay que comer tortilla. En esa variedad de sistemas nos tiene que hacer más versátiles y sólidos", explicó Rubén Baraja en la rueda de prensa posterior al partido ante el Leganés.
El Valencia CF sigue sin dar con la tecla para encontrar la versión que ofreció la pasada temporada. Rubén Baraja volvió a cambiar el sistema en Mestalla, en busca de un planteamiento más ofensivo y recuperar la seña de identidad de su equipo. El plan duró 30 minutos.
Los valencianistas arrancaron bien el partido ante Las Palmas e incluso merecieron ampliar su ventaja más allá del 1-0, pero en el último tramo del primer tiempo todo cambió. Los canarios contrarrestaron la 'gasolina' local y con poco hicieron el 1-1. Ese golpe fue devastador para un Valencia que acabó perdiendo por 2-3 y colista de LaLiga.
Por otro lado, está el 5-4-1 que Baraja empleó lejos de Mestalla para cerrar la portería. El Valencia sacó su primer punto del curso a domicilio, aunque apenas tuvo 'mordiente' en ataque. El propio técnico dejó entrever que alternaría el esquema según las necesidades del equipo, por lo que en Getafe podría regresar ese plan.
Esa línea de cinco, fue la fórmula que también empleó Rubén Baraja en el amistoso en México que acabó 2-2, con la entrada de Caufriez y Hugo Guillamón por las ausencias. Tras el ensayo en México, ahora falta saber el sistema por el que optará Baraja en Getafe, ya que ninguno le ha servido para acabar por delante en el marcador.