Con un trabajo “oscuro” y frío, sin protagonismos, se ha posicionado como una de las figuras clave de un renacido Hertha al que debemos seguir esta temporada
VALENCIA. Berlín tiene ganas de fútbol. Atrás quedan los años en la Bundesliga 2 y el conformismo capitalino por estar y no competir. Se lo está tomando enserio Die Alte Dame para hacer un equipo serio y ambicioso.
Los berlineses están comandados por Vedad Ibisevic, uno de esos jugadores que siempre cumplen con nota y están en el grupo de “futbolistas infravalorados sin saber por qué”, que estarían siempre en mi equipo. Junto al capitán bosnio, encontramos entre otros, a la estrella emergente (ex del Bayern) Mitchell Weiser, al conocido Salomon Kalou, o a una pieza clave llegada de la cantera como Anthony Brooks. Entre estos jugadores, veteranos mezclados con prometedores futbolistas, hay un jugador que no vemos nunca en los “highlights”, ni en el top de goles o asistencias de la jornada, una figura silenciosa; Niklas Stark.
Nuestro joven futbolista, que podría ser perfectamente natural de Invernalia, nació hace 21 años en Neustadt an der Aisch, cerquita de Nuremberg. Se alistó desde muy joven en el equipo de su ciudad con el objetivo de llegar a formar parte del primer equipo. Fue en su etapa juvenil, con sólo 18 años, cuando debutó en la Bundesliga. En su primera temporada, jugó 21 partidos y sumó minutos importantes con gran presión y exigencia (el Nuremberg descendió ese mismo año). 'Captain Stark' como se le conocía en las inferiores de la 'Mannschaft', disputó el europeo sub-19 de 2013 junto a jugadores de la talla del delantero del Leipzig David Selke (bota de oro), Joshua Kimmich o Niklas Süle. La gran generación del 95 hizo un campeonato redondo y Alemania ganó la final ante Portugal. Fruto de la gloria europea y la gran temporada realizada recibió la Fritz Walter Medal de la Federación Alemana al mejor jugador joven (sub- 19), honor que comparte con jugadores como Ter-Stegen o Boateng. Tras la competición decidió quedarse otra temporada más para ayudar al equipo de su vida en su anhelado regreso a primera (23 partidos), pero no pudo ser a pesar de sus notables actuaciones.
El Inter de Milán, con el objetivo de reflotar el club y tratar de dar un giro a su envejecida plantilla, se interesó por su situación para suplir la baja de Esteban Cambiasso, pero finalmente, Stark prefierió seguir formándose en la liga germana y hacer las maletas hacia la capital. Aparece sin hacer ruido por Berlín (2015), cuando el equipo bávaro acepta una oferta del Hertha por unos 3 millones de euros. “El Glorioso” no tuvo más remedio que dejar ir a su joven estrella para que diera un paso más en su carrera.
A pesar de una inoportuna lesión en octubre de la temporada pasada que le hizo perderse 11 partidos, Niklas encontró su hueco y desde entonces es titular indiscutible. Jugador con mucha personalidad y jerarquía, se mueve entre la defensa y el centro del campo. Suele intercambiar estas posiciones tanto en la sub-21 como en el Hertha. Fuerte y con gran envergadura, su 1,90 lo delata, realiza un gran despliegue físico en cada partido. Va bien al corte y es rápido recuperando balones (una media de 8 por partido). Hay un “nuevo” muro en Berlín, válgame el símil fácil. Además, tiene buena salida de balón con pierna diestra y bastante precisión en los envíos en largo. Se aleja del prototipo de mediocentro defensivo recuperador sin recursos para crear. Tiene mucha clase con balón y no se caracteriza por ser agresivo en sus entradas.
Dirige el juego a su alrededor mostrando su liderazgo y personalmente, me asombra la habilidad y la calma para entender los tiempos del partido. Me recuerda por su versatilidad al español Javi Martinez, pero con menos llegada a campo contrario. No es casualidad su apodo en categorías inferiores, probablemente estemos ante un futuro capitán de la selección alemana. Ojeadores de Arsenal, Bayern o Sevilla le siguen de cerca cada partido según publica “Bild” y seguramente si sigue creciendo y siendo importante en Berlín, no tardará en sorprendernos un traspaso a un equipo de mayor importancia.
Este año se está dando el escenario perfecto en la liga alemana para aparecer por arriba. No hay más que ver como equipos que son habituales en Champions e incluso están compitiendo en ella, no asoman la cabeza. “Se acerca el Invierno” y Leverkusen, Monchendgladbach, Schalke o Wolfsburgo han dado paso en estas primeras jornadas de la temporada, a equipos poco habituados a verse cerca de puestos europeos. Para hacernos una idea, del tercero al séptimo la igualdad es máxima; todos con 21 puntos y sin ninguno de los listados anteriormente.
El autor de este ambicioso Hertha, donde Niklas lo juega todo, es Pál Dárdai. Llegó de rebote desde categorías inferiores y sacó al equipo del descenso, lo ha llevado a Europa League (fugazmente) y ahora, a la sombra de lo que está haciendo el Leipzig, lo tiene dando guerra en los puestos de arriba. Tiene el honor de ser el jugador que más veces ha vestido la camiseta berlinesa y esa relación con el club y afición se transmite en cada partido.
Dicen que si puntúas en los partidos de casa tienes el trabajo medio hecho, pero yo creo, que además tienes un plus de inercia positiva para jugar fuera, que con cautela y mentalidad ganadora puede llevarte al éxito. Puntuar en casa siempre, ser fuerte en tu campo, podría ser sinónimo de sintonía con tu gente, con tu ciudad... un compromiso firme con los que cada domingo se mueven para verte y se ponen tu camiseta. Parece haberlo entendido perfectamente esta plantilla, que no solo ha puntuado en todos los partidos de casa, sino que los ha ganado todos. De las cinco grandes ligas, sólo lo han conseguido Juventus y Roma. Lo dicho; Berlín quiere fútbol.
Nuestro 5 (o 4 según el día) se mueve en este contexto. Con un trabajo “oscuro” y frío, sin protagonismos, se ha posicionado como una de las figuras clave de un renacido Hertha al que debemos seguir esta temporada. Sin duda va a ser un futbolista de renombre en los próximos años. Apunten su nombre; Niklas Stark. O bueno, después de todo lo dicho, si lo prefieren, “el Rey en el Norte”.