ALICANTE. Decía el fallecido predicador Stephen Covey que "desarrollamos los músculos de nuestro carácter superando desafíos y obstáculos". Se trata de un razonamiento aplicable al Elche de Sebastián Beccacece en todos sus extremos y tanto a día de hoy como a medio plazo, a modo de acicate.
Gracias a tres victorias y un empate en las últimas cuatro jornadas, el equipo franjiverde protagoniza una remontada en la clasificación de LaLiga Hypermotion que no solo le ha permitido recuperar crédito como aspirante a pelear el ascenso, también ha refrendado al técnico en su apuesta. La misma que, además, se veía apuntalada el miércoles con un triunfo copero contra un rival de cuarta categoría, pero sobre un terreno de juego de césped sintético y reducidas dimensiones. La crítica sobre la adaptación o, mejor dicho, falta de adaptación que se le reprochaba (por el que escribe, para empezar) a Beccacece también quedaba neutralizada de un plumazo... pues no se puede negar que en el Nou Sardenya el preparador rosarino fue fiel una vez más a sus ideas, con sus defectos y virtudes. Como siempre que los resultados acompañan, los primeros (los defectos, pero también los vicios) quedan ocultos por los segundos, que para eso esto es fútbol y va de ganar partidos (o como mínimo no perderlos) con independencia de la forma... y que así siga siendo.
Ahora toca dar continuidad al momento dulce a lo largo de un mes de noviembre en el que además de medirse a domicilio con el Albacete, en un choque en el que una vez más el equipo estará bien arropado por su afición, ha de recibir al Real Zaragoza de Fran Escribá y visitar al Espanyol de Pere Milla. Los franjiverdes despedirán el mes viéndose las caras con el Amorebieta en el estadio Martínez Valero, momento para el que se espera que se su enfermería empiece a vaciarse, después de que en los últimos días, al pivote John Chetauya y al delantero Sergio León se hayan unido como integrantes Fidel Chaves y Borja Garcés por sendas dolencias musculares.
El interior onubense tiene afectadas las fibras del sóleo izquierdo y el nueve melillense las del bíceps femoral izquierdo. Como es habitual, el club (sus servicios médicos) no apuntaban en el correspondiente parte médico un tiempo de baja aproximada, pero al precisar que sufren sendas de roturas musculares "de grado I"... las tres semanas fuera de la convocatoria no se las quita nadie. Es más, la localización de las mismas obliga a ser muy prudentes e incluso ampliar a un mes el tiempo en barbecho, especialmente en el caso de Fidel toda vez que el sóleo es un músculo traicionero donde los haya (tal y como está comprobando él mismo, aunque en su prolífica carrera profesional no es la primera vez que lo hace).
Nuevos obstáculos a superar para un Elche al que nadie le dijo que iba a ser fácil la travesía en el segundo escalón del fútbol español, pero que por momentos ha parecido empeñado en complicársela, no solo con su técnico emulando a Kurt Cobain en lo que a fe y convicción en sus ideas y capacidad de llevarlas a la práctica se refiere ("Creo que puedo, sé que puedo", dijo en alguna ocasión el malogrado cantante norteamericano), también con las decisiones adoptadas en los últimos días del mercado de fichajes de verano por la comisión deportiva. Las mismas, condicionadas por los parámetros impuestos por el propietario Christian Bragarnik (quien precisamente cuando finalice noviembre cumplirá un lustro al frente de la entidad), unida a la mala suerte que representan las lesiones han dejado a Mourad como único delantero centro con licencia profesional disponible.
La clasificación ya es más justa con los méritos que ha hecho el Elche sobre el verde en el primer tramo del curso, pero aún queda lejos enero y la posibilidad de reforzarse en la ventana de fichajes que con su llegada se abrirá. Así que no queda otra que aprovechar las oportunidades que representan los obstáculos.