VALÈNCIA. Una pena máxima. Eso fue la derrota del Levante este domingo frente al Barça. Los granotas lo tuvieron en la mano y acabaron dando un paso adelante solo en cuanto a sensaciones mostradas sobre el tapete. No en la tabla, que a la postre es lo que dará de comer o, más probablemente, matará de hambre al cuadro de Orriols en la Primera División. Es la penitencia levantinista: el calendario es duro y, por mucho que el equipo firme una de las mejores actuaciones de la temporada, los miuras de enfrente son tan peligrosos que acaban llevándose incluso los partidos en que son inferiores. Y es que la Semana Santa llega al Ciutat con un castigo divino en forma de jarro de agua fría, pero con orgullo.
El viraje de lanzadores de penales jugó una mala pasada al cuadro de Alessio. El italiano admitió que el cambio protagonizado por Morales y Roger a la hora de lanzar el segundo penalti -que, de haberse anotado, hubiese puesto 2-0 la contienda- es cosa de los futbolistas sobre el verde y no decisión del entrenador. El Comandante, cuya confianza en el partido estaba por las nubes, dejó la responsabilidad en pies del '9' pocos minutos después de haber marcado la primera pena máxima. En el tercer penalti, volvió a ceder testigo a un Melero que sí convirtió. Sin embargo, fue la gran nota negativa del encuentro: un alboroto de responsables desde los once metros que acabó tristemente en noticia.
Aún así, la identidad del lanzador queda en anécdota. Lo realmente importante es lo que apuntó el preparador romano del Levante en sala de prensa: "Tenemos un problema con los penaltis esta temporada", analizó al tiempo que restó importancia al quién e incidió más en el cómo. Son cuatro los penaltis que ha fallado el conjunto azulgrana esta temporada: Roger ante el Celta, Morales frente al Mallorca, Campaña contra el Valencia (anotado en el rechace) y Roger en el encuentro de este domingo. Mientras, se han marcado cinco: dos en el choque ante el Barça, otros dos frente al Atlético en el Ciutat y uno de Roger vs Rayo Vallecano. Con eso y con todo, los granotas han experimentado un importante lavado de cara: ser superior al club más en forma del campeonato es buena prueba de ello. Estas son las notas de PlazaDeportiva.com tras el Levante - Barça:
Cárdenas (7): Dos paradas decisivas. El de Terrassa fue crucial para mantener vivo al Levante en el encuentro en todo momento. Primero con un paradón a cabezazo de Ferran -voló para sacar un guante salvador- y después en un mano a mano que solventó con sobriedad ante Gavi. Poco pudo hacer en los tres goles: Aubameyang remató a bocajarro, Pedri colocó perfecto tras jugadón del propio Gavi y De Jong cabeceó ajustado.
Miramón (6): Bien. Partido correcto del lateral aragonés, que tuvo menos trabajo que el lado opuesto a su lateral para frenar a su marca. Ferran percutió por su costado y Miramón se mantuvo firme. Menos descolgado en ataque, también lanzó salidas rápidas por la diestra. Combinó bien por su lado sin llegar a generar un peligro notable.
Róber Pier (5): Cal y arena. Contundente. Al menos en la primera parte. Tuvo más problemas en la segunda. Se le vieron las carencias al gallego en el cuerpo a cuerpo... y en el juego aéreo. Aubameyang remata solo, en el islote que el gallego y Postigo habían dejado para regocijo del gabonés. Asumió riesgos en la salida: positivo en esa faceta.
Postigo (6): Bien... aunque con puntos negros. El capitán firmó, en líneas generales, un buen encuentro. Es justo colgarle el cartel de partido serio al '15' granota. Sin embargo, perdió dos acciones aéreas que a la postre fueron definitorias. Primero, el desajuste con Pier a la hora de marca a Aubameyang. Así empató el Barça la contienda. Y para redondear el jarro de agua fría, en el descuento es suya la marca de Luuk De Jong. El holandés le despista con su movimiento y acude al primer palo para marcar todos los tiempos. Postigo llega tarde a la cobertura.
Vezo (5): Suficiente. Probablemente el portugués atraviese el peor momento de la temporada. No está rápido ni gana duelos en el cuerpo a cuerpo. Al menos como en sus mejores momentos de la campaña. Fue el escogido por Alessio para rearmar el esquema y deshacer la defensa impar.
Son (7): Provocó el penalti. Notable partido del lateral andaluz, de nuevo a banda cambiada. Culpa suya fue que el Levante pudiera encontrarse con el primer penalti para ponerse por delante. Ingresó en el área y obligó a Alves a pararle con infracción dentro de ella. Golpeó en la cara el brasileño, fue claro. En defensa, sorprendentemente sobrio. Solvencia ante Dembélé, con quien tuvo que patear kilómetros. Gavi, eso sí, hizo magia en sus narices para iniciar la jugada del 1-2.
Pepelu (8): Gigante. El encuentro del dianense vuelve a ser una demostración de poderío en el centro del campo. El '8' sigue sin renovar, tiene novias en el país y el partido ante el Barça fue un escaparate gigantesco que aprovechó con sobradez. Robó, creó e incluso percutió por los costados en alguna acción que levantó del asiento al Ciutat.
Radoja (7): Físico. Físicamente, de lo más destacable que tiene Alessio en plantilla. Muy buen encuentro en la medular, junto a Pepelu, sobre todo en la destrucción. Eso sí, esta vez el serbio cumplió labores incluso un paso más adelante. Robó en tres cuartos y llevó su presión a esa zona. Tiene capacidad para regresar sin problemas y no notar descaradamente el esfuerzo. Fue el cambio, eso sí, para tratar de buscar creatividad en el centro del campo toda vez que Campaña ya había sido retirado.
Campaña (5): Suficiente. El sevillano es crucial para los intereses creativos del Levante, pero esta vez estuvo algo más desaparecido. Vio la amarilla por una entrada merecedora de ello y no encontró el punto de comodidad que necesita para hacer daño. Vio la quinta tarjeta y será baja para el partido de Granada.
Morales (8): Maradoniano. Propia del astro argentino es la jugada que Morales se sacó de la manga en la primera mitad. Se fue de hasta cinco jugadores blaugrana para plantarse ante Ter Stegen y obligar al alemán a mostrar sus mejores habilidades. Sacó una mano providencial el portero, y después Eric García despejó un gol cantado tras jugada una individual que levantó al estadio de Orriols. Metió el primer penalti con tranquilidad y la polémica se serviría minutos después, cuando decidió ceder el segundo lanzamiento a Roger. No quiso ni mirar cuando disparó el Pistolero desde los once metros. Sí observó, sin embargo, cuando Melero anotó el del empate a dos. También cedió el penalti al madrileño. En general, un "dolor de muelas" constante para el Barça, como bien admitió Xavi tras el choque.
Roger (5): Más allá del penalti. Aunque es evidente que el Levante tiene un problema desde los once metros esta temporada -el último gran penalti decisivo errado fue en Mallorca y acabó desembocando en el despido de Paco López-, el encuentro de Roger no solo se explica con el fallo ante Ter Stegen. Hubiese supuesto el 2-0 y una ventaja apetitosa en el luminoso, pero en cómputo general Roger estuvo aislado. Fue sustituido por lesión. Pruebas este lunes para el de Torrent.
Dani Gómez (5): Errático. Saltó al césped para buscar mayor movilidad y sorpresa que Roger, pero no se acabó de encontrar. Fallón en la última decisión, aunque veloz a la hora de recibir y montar jugada en tres cuartos. No le salieron las cosas en el tiempo que tuvo sobre el tapete.
Melero (5,5): Gol. Asumió la responsabilidad de lanzar un penalti tan importante como el que había fallado Roger. Suponía un empate a un suspiro del final. Lanzó y anotó. No está siendo la temporada del madrileño, desde luego, pero al menos pudo aportar su cuarto partido de la temporada.
Bardhi (5): Poco efecto. El macedonio no fue protagonista en el cuarto de hora que tuvo sobre la cancha. Siempre buscado por sus compañeros, estuvo tapado probablemente en los minutos en que el equipo tardó en encontrar el equilibrio en el paso de la defensa impar a la línea de cuatro, ya con Bardhi sobre el césped.
Cantero (6): Buenos minutos. El canterano sumó un buen rato sobre el terreno de juego. La electricidad es lo suyo y, aunque no acabó siendo crucial, sí hizo daño y generó la sensación de peligro en la intentona por hacer el tercero para volver a voltear el marcador.
Pubill (-)