GRUPO PLAZA

peleando a la contra / OPINIÓN

Sin pegada

30/04/2021 - 

VALÈNCIA. Al míster López se le acumulan los fuegos que apagar. Ayer tuvo que inventar una cuantas cosas para compensar las bajas de todos los stoppers del equipo y además metió, al fin, el tijeretazo en el once, tan imprescindible. Eso ofreció alegría y desparpajo al equipo, algo parecido a fútbol, a divertirse con el balón, a combinar y tener profundidad. La actitud, el compromiso y la intensidad del equipo, con sus defectos, que ahí siguen, fue otra. Claramente otra. Del cielo a la tierra. Sólo había que cambiar algunas piezas. La actitud fue, por qué no decirlo, intachable esta vez. Faltó puntería, faltó pegada, faltó suerte y sobró otro de los árbitros más lamentables del campeonato. Tras siete años en Primera aún no conoce a uno de los más grandes histriónicos teatreros de nuestro fútbol. Malo de solemnidad.

Cuando tiene una buena racha de juego –y a ver si Vigo fue el inicio de una de ellas– se disimulan las carencias históricas de este equipo: balón parado inocuo, malas transiciones defensivas, zagueros muy limitados, previsibilidad en ataque. Vigo debe ser un punto de inflexión: el equipo mostró síntomas de recuperación en su fútbol, cimentados en el partidazo mayúsculo de De Frutos, en las subidas de Clerc, en el empuje de casi todos, en el carácter de los tres centrales –aún con errores–, en la chispa imorescindible de Cantero, en el trabajo denodado de Roger, en la capacidad de Bardhi para hacer pivotar el ataque a su alrededor (pese a seguir lejos de su mejor versión), en la recuperación de Melero para la causa… Sin embargo no es fácil ser Vukcevic. Ni siquiera Radoja o Malsa. Y el equipo sangra ­–sigue sangrando– en esa ausencia de equilibrio que penalizan los rivales con transiciones rápidas en las que siempre sale malparado el Llevant. Ayer además Pier, limitado en esa misión, se vio retratado de nuevo en la decisiva jugada de Brais, a quien deja ir para que anote un golazo, burlando la salida de Cárdenas, titular de nuevo, con toda justicia.

El Celta contó con cinco opciones de gol clara y metió dos. El Llevant tuvo más pero perdió por las malas decisiones en momentos claves. Los equipos son también eso: el momento de inspiración de sus futbolistas más decisivos. En esto también urge recuperar el pálpito.

Si no viniéramos de dos meses en los que algunos partidos rayaron el esperpento, el juego desplegado ayer sería esperanzador. El problema es que los atenuantes de la falta de puntería, el último pase impreciso o la mala fortuna saltan por los aires cuando la hinchada está herida. Más allá, en todo caso, de aspectos que tienen que ver con el hígado, López dio en el clavo con la incorporación de Cantero y la mejora quirúrgica de la actitud del grupo. De entrada, meter un once en el que todos están enchufados permite jugar a otra cosa, aunque salga mal todo lo demás. Es un inicio.

En cuanto al eterno debate de la cantera no debería ser tal: es obvio que en el Atlètic Llevant existe el talento que hace semanas que cuesta de encontrar en el primer equipo. Desestimar esta opción para que no se enfaden algunas vacas sagradas no es de recibo. Los filiales están justo para eso. Esperemos que la apuesta de Cantero y Cárdenas sea sólo el principio de un nuevo tiempo.

UNO A UNO: Cárdenas (7); Vezo (6), Duarte (5) (Miramón (sc) 78'), Postigo (5); De Frutos (9), Melero (7) (Morales (sc) 78'), Pier (4) (Doukoure (sc) 83'), Bardhi (5) (Rochina (4) 67'), Clerc (6); Cantero (7) (León (sc) 78'), Roger (5).

Paco López (7)

GOLES: 1-0 Brais 50'; 2-0 Solari 73'

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email