VALÈNCIA. El Levante volverá el trabajo el próximo sábado para realizar a los futbolsitas de la primera plantilla las habituales pruebas médicas al regreso de vacaciones. Habrá ausencias importantes, como las de los ocho futbolistas que, por fin de contrato o de préstamo, no vestirán la blaugrana. Al menos, de momento. Porque en Orriols se pretende repescar a Vicente Iborra con carta de libertad, pero justificar la imperiosa rebaja salarial que el Levante necesita para incluirle en el equipo es hoy el principal muro a sortear. Y entre esa nube de dudas y los tres nuevos fichajes, por ahora estará Pepelu.
El centrocampista pasó el último fin de semana de sus vacaciones en su Denia natal, junto a los suyos, después de que la trascendencia de la negociación con el Valencia le pillara fuera de su tierra. Se encuentra nervioso y a la expectativa de lo que pueda ocurrir en los próximos días, consciente de las palabras de Quico Catalán, que en su adiós como presidente del club lanzó de alguna forma la pelota al tejado del futbolista y su entorno al exigir la cláusula al contado, sin plazos, al conjunto de Mestalla. Y también al pedirle a Pepelu que "no se deje engañar". El que próximamente será ya expresidente de la entidad granota afirmó que "bien ya no lo vamos a hacer" en referencia a la salida de un Pepelu al que le atrae la idea de seguir cerca de casa y en la otra acera la ciudad.
El dianense sabe que regresar en la mañana del sábado 8 de julio al trabajo con su futuro no solo por resolver y con el Valencia detrás, es una posibilidad. Es decir, que no se concrete la operación esta semana, que al tiempo es clave en el Levante porque el imperativo de venta aprieta y hay que vender por alrededor de 4 millones de euros a incluir en el ejercicio cerrado el pasado viernes. La gran venta urgente no se puede demorar mucho más y, junto al centrocampista, de momento solo hay otra posibilidad de salida que también se cuece a fuego lento: la de De Frutos. Es otra operación necesaria, de un futbolista que al igual que Pepelu ha trasladado de una manera y otra su deseo de marchar, y que habrá de ser a precio reducido por los asteriscos que tiene el caso del segoviano.
Por si fuera poco, según informó Cope, en el contrato de Pepelu no solo figura la vía escapatoria en caso de no lograr el ascenso inmediato -como así ha ocurrido- sino que también le pertenece entre un 15% y un 20% de una venta. Y es algo, según el citado medio, que se contempla desde su renovación en 2014 cuando todavía militaba en las categorías inferiores del Levante. Lo que está claro, y de ello Pepelu está al tanto, es la animadversión generada entre la hinchada por su 'flirteo' con el eterno rival.