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la caída contundente del equipo sí despierta la preocupación en el levante · TÍMIDOS CÁNTICOS CONTRA

Alarmas de incendio en el Levante

VALÈNCIA. "Mi puesto está cuestionado desde mi fichaje". Es la contundente frase de Mehdi Nafti que resumió su comparecencia postpartido, después de que su equipo se diluyera como un azucarillo en Andorra. La situación es preocupante y, si bien lo que hacía falta era un incendio para que el técnico saliese ardiendo del Principado, lo cierto es que la derrota quema. Por cómo se dio y por cómo el Levante desaprovechó un buen inicio con un titubeo constante en la segunda mitad. Como si el equipo se hubiese dejado el gas encendido y hubiese cerrado la puerta: la explosión se veía venir. Y precisamente el siniestro total de Andorra ha de preocupar. Y mucho. La confianza en el franco-tunecino, si no intacta por la evidente mala racha, al menos no llegaba desgastada al encuentro. Pero el fuego arrasa con todo y la derrota de este sábado ya es una primera chispa.

Tanto es así que, aunque de manera tímida, se escucharon cánticos contra el entrenador en boca de los granotas desplazados al norte. Y también se entonó un 'Quico, vete ya' arrancado y repetido la pasada temporada. Existieron los reclamos del respetable, aunque no se trate de un Ciutat de València furioso que, en cualquier caso, tendrá la oportunidad de hacerse oír la próxima semana. Lo escuchado en el Estadi Nacional es solo una prueba de que ya han saltado las alarmas y están localizados los extintores. Primero, en cualquier caso y salvo sorpresa, de momento tendrá que salir Nafti con cubos de agua. "Ahora toca tragar", dijo el técnico, que salió entre lágrimas del estadio según se aprecia en un vídeo difundido por un twittero. Por ahora, el llanto no se debe a cese alguno, pero amanece una semana dura en Buñol.

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