VALÈNCIA. El Levante quiere sonreír. Necesita hacerlo y solo lo podrá lograr con una victoria esta tarde ante el Getafe. Javi Pereira enfrenta su primer encuentro como primer técnico granota después de tres entrenamientos completos con la plantilla -cinco si se cuentan los días en que Agustín Izquierdo y Pedro López chafaron la hierba de Buñol- y con la obligación de encontrar el efecto inmediato. Pereira ha de ser el antidepresivo que necesita la parroquia granota, que arranca la novena fecha del campeonato liguero en antepenúltima posición, con cuatro puntos, y que, si suma de tres, podrá dormir este fin de semana fuera de las posiciones rojas de la tabla tras el aplazamiento del choque del Granada.
La situación es "delicada", como ya remarcó el técnico pacense en su presentación, pero no irreversible. Eso sí, una derrota y, con ella, un inicio titubeante de la era Pereira en Orriols, supondría el aumento del tembleque de los cimientos del Ciutat ante un calendario que se empina sobremanera. Por lo pronto, lo primero que podrá ver el coliseo levantinista es un equipo diferente, con otra filosofía. Menos alegre, pero más efectivo. Más arropado, pero menos atrevido. Es a lo que invita el discurso del nuevo entrenador y sus precedentes como segundo de a bordo con Juan Ignacio Martínez en dos años gloriosos en la ciudad.
La carta de presentación de Pereira tendrá, en principio, forma de 4-4-2 con los matices que esta tarde se desplieguen sobre el rectángulo. El extremeño, además, ya avisó de que su gestión de plantilla dista de aquellas en que los futbolistas entran y salen de los onces con asiduidad. El nuevo entrenador promete onces reconocibles, recitables de memoria, futbolistas fijos y competencia feroz. Es por eso que el meta que inicie este sábado frente al Getafe será probablemente el mismo que juegue contra Sevilla y Atlético, y la pareja de centrales que hoy forme -la compuesta por Mustafi y Vezo- tendrá chances de convertirse en la dupla de Pereira en la retaguardia. En la medular tiene más problemas con un sanatorio repleto de centrocampistas: Campaña, Bardhi, Malsa y Vukcevic se pierden una cita que será para Melero y Radoja en el círculo central, con Morales y De Frutos en las alas, y una delantera formada por Roger y Dani Gómez.