VALÈNCIA. Este domingo no solo se jugará una final en Doha, habrá otra en el Ciutat de València. Lejos de ser, en realidad, un encuentro a vida o muerte, el Levante sí se encontrará la oportunidad de abrazar la plaza del líder de Segunda División por primera vez esta temporada. Será en el directísimo duelo ante el Eibar, el actual primer clasificado, y en caso de salir victorioso el equipo de Calleja se convertirá en el quinto líder de la categoría en poco más de un mes. Es uno de los argumentos que se cuelan en el discurso del técnico granota en cada comparecencia pública a la hora de analizar la igualdad del campeonato.
"Lo digo siempre: es dificilísimo subir. Tenemos que estar los equipos de la pelea mentalizados para pasar momentos duros, no hay que desesperarse" dijo tras el choque de Mendizorroza. "Es muy pronto para que entre la ansiedad, estamos en una buena posición, un punto más cerca del ascenso directo y no hay que ponerse nerviosos", comentó tras empatar contra la Ponferradina. Es un discurso que también entonó en su momento Mehdi Nafti cuando aseguró que "nadie sube a estas alturas" y un argumento evidentemente compartido por los técnicos de los clubes que pelean en las posiciones nobles de la tabla. Si la Segunda División es una competición siempre apretada, este curso ha dado un giro de tuerca.