VALÈNCIA. Es el partido. El de la ilusión, el de hacer historia 84 después y el de decorar los balcones de Valencia con banderas granotas. El Levante está en uno de esos días en los que afloran sentimientos en su parroquia, con los que cualquier levantinista de cuna sueña más allá del meritorio, pero más áspero y no tan dulce afán de consolidarse en Primera División. Lo de esta tarde es diferente, es otra cosa. La oportunidad de meterse en semifinales de Copa es única. En una competición que otorga a los clubes no tan acostumbrados a los retos que hoy va a albergar el Ciutat una chance de fantasear con tocar metal. ¿Por qué no? Si el cuadro de Paco López cena esta noche como semifinalista será imposible poner límites a su imaginación.
El Levante hoy busca la historia. Y para encontrarla tendrá que superar a otro club que, huérfano de oro, tiene precisamente los mismos sueños húmedos. No será sencillo y el técnico granota dejó claro ayer que la etiqueta de favorito cuelga hoy de las camisetas amarillas. Sin embargo, la ilusión se destiñe de ambas. Eso sí, el Ciutat, aunque sin público, es mucho Ciutat. Orriols no ha visto perder a los suyos este curso y hoy no los puede ver empatar. Tres tablas y cuatro triunfos adornan el estadio levantinista de momento esta temporada y, pese a la derrota frente al Submarino en La Cerámica en el primer encuentro del 2021, en la retina queda el último paso del Villarreal por el feudo granota, con victoria de los de Paco López a inicios de la campaña pasada.