VALÈNCIA. La victoria contra el Sevilla ha dejado muchos aspectos positivos. El Valencia volvió a ganar en Mestalla, sigue acercándose al objetivo de la permanencia, se acerca a otras metas y dio una nueva muestra de solidez defensiva. Pero no solo fue eso. Mamardashvili volvió a reafirmar su buen momento, confirmando las buenas sensaciones que ya había dejado en el Bernabéu. Otro gran partido del georgiano para demostrar que ha vuelto.
Mamardashvili confirma las buenas sensaciones
El portero georgiano volvió a ser decisivo en un momento clave. Cuando más apretaba el Sevilla, apareció para sostener al Valencia. Nada más comenzar la segunda parte, Lokonga se plantó solo delante de él y Mamardashvili ganó el mano a mano con una intervención de mucho mérito. Un balón que llevaba dirección de gol y que habría cambiado por completo el escenario del encuentro.
La temporada del portero valencianista no estaba siendo la mejor. Incluso, se ha llegado a dudar de su titularidad. Una cuestión que ha tenido sus fundamentos porque Mamardashvili ha cometido muchos errores impropios de él, que le han llegado a costar puntos al Valencia. Los fallos fueron una realidad, pero también lo era que su nivel no se correspondía con el mostrado a lo largo del curso pasado. Su verdadero rendimiento es el que se vio en Madrid. Y ahora, también, ante el Sevilla. "No estoy en mi mejor momento", llegó a reconocer el georgiano hace unas pocas semanas tras su error contra el Real Valladolid.
Una nueva parada ‘milagrosa’
El mano a mano ante Lokonga fue su acción más destacada del partido. El Valencia defendía con el marcador a favor, y cualquier fallo podía complicar el encuentro. Pero Giorgi se mantuvo firme, como en sus mejores días. No necesitó hacer muchas paradas, pero estuvo perfecto en cada intervención, transmitiendo esa seguridad que tanto se echaba en falta semanas atrás.
Con esta, suma su segunda portería a cero en los últimos tres partidos de Liga, dato que refleja el cambio de dinámica. Atrás quedan los partidos con errores que costaban puntos. Ahora, vuelve a ser el guardián de la portería ‘ché’.
La posición de un portero es delicada. Es más habitual que se recuerden sus fallos antes que sus aciertos, pero con el que será guardameta del Liverpool no ocurría eso. Quizás, por eso mismo su bajón de nivel causaba tanto ‘alarmismo’, sabiendo lo que puede llegar a dar. Y ha vuelto. El mejor Mamardashvili ha regresado cuando más lo necesita el equipo.
El Valencia, con 37 puntos, está cada vez más cerca de sellar la permanencia y, como se ha vuelto a ver en Mestalla, con un portero a este nivel, será mucho más fácil seguir sumando puntos.