VALÈNCIA. No va más. Los sueños de estar en París ya están cumplidos para los 31 deportistas valencianos que ya compiten, desde la pasada semana, en los Juegos Olímpicos. Queda ahora abierta la pelea por los éxitos. No será sencillo, incluso resulta complicado vaticinar cuáles serán las medallas que puedan colgarse al cuello, pero sí existen claras posibilidades de que la armada valenciana -apoyada en su mayoría por el Proyecto FER de la Fundación Trinidad Alfonso- toque algún metal que le eleve al olimpo.
Hoy, de hecho, es uno de esos días que pueden pasar a la historia del judo valenciano. La primera opción de gloria para la Comunitat Valenciana en los Juegos saltará durante todo este lunes, a partir de las 10h, al tatami. Será el alicantino Salva Cases el encargado de hacer soñar a su tierra en el concurso íntegro que, durante toda esta jornada, se desarrolla en la pista dos del Champ de Mars Arena, en la capital gala. Hoy mismo se sabrá si hay medalla y cuál es su color en caso de pelearla en la complicada categoría de -73 kilos.
Salva ya ha sido medallista en Grand Slam y eso son palabras mayores. Es el torneo de mayor importancia para un judoca tras los Juegos Olímpicos. Los bronces en los Grand Slam de Turquía y Abu Dabi de 2022; el bronce en el Grand Slam de Tiblisi y la plata en el Campeonato de Europa, en Montpellier, en 2023, así como la reeditada plata de este 2024 en el Grand Prix de Portugal, son sus credenciales. Objetivo, llegar a cuartos de final. En ese momento, Salva podrá fantasear con un metal que seguiría al bronce de Fran Garrigós, pareja de la también judoca valenciana Ana Pérez Box, el pasado sábado, cortando la sequía de 24 años sin medalla olímpica para el judo nacional.
Otra de las grandes posibilidades de éxito del deporte valenciano en París 2024 es la de Ángela Martínez en la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas, una competición que se disputa el próximo jueves 8 de agosto todavía con la incógnita de las contaminadas aguas del río Sena. La nadadora ilicitana de 20 años ha demostrado, en Copas del Mundo y Europa, que puede estar entre las mejores.
Tanto es así que en la prueba olímpica de la próxima semana habrá 25 competidoras y Ángela ha ganado una Copa del Mundo con 60 rivales. Es decir, esta vez puede ser incluso más propicio acercarse a las primeras plazas y, como mínimo, llevarse un diploma en su primera participación en unos Juegos. El ciclo de Ángela Martínez es el siguiente, el que la tiene que llevar a Los Ángeles en 2028, pero podría coronarse ya en Francia de manera prematura.
Y es que se ha enfrenado a nadadoras que van a ser rivales en París. Inlcuso en el Mundial de Doha, aquel en que accedió al pasaporte olímpico como 13ª en el último esprint -en eso es un absoluto portento-, superó a algunas de las que hoy son también favoritas a los metales. Lo hizo, además, convaleciente por un proceso febril que le impidió estar al 100%. Hoy es opción clara.
Mientras tanto, la gimnasia rítmica nacional sueña con volver a lo más alto después de aquella plata del 'Equipaso' en Río 2016. Aquella hazaña estuvo liderada por la alicantina Alejandra Quereda, quien hoy es la seleccionadora del conjunto en el que brillan las valencianas Mireia Martínez y Patricia Pérez. Las gimnastas de la Pobla de Vallbona y Sueca, respectivamente, tienen un don: el de rendir al máximo cuando toca. La realidad es que ha habido turbulencias en la preparación de los Juegos, pero han subido al podio en casi todos los eventos de 2024. También en los dos últimos Mundiales, como el celebrado en Valencia en 2023.
Cinco grandes equipos candidatos a las medallas: China, Bulgaria, Istael, Italia... y España.
Después de que Carlos Soler y Pau Torres lograran la medalla de plata en Tokio con Luis de la Fuente al mando de la Selección Española de Fútbol, ahora Abel Ruiz y Cristhian Mosquera quieren hacer lo propio en París, a las órdenes de Santi Denia. En realidad, el objetivo es superarse. El actual delantero del Girona es figura importante, no tanto el central del Valencia, que está entre los descartes de reserva desplazados al torneo olímpico pero que, en tal caso, también figuraría como medallista.
España camina con paso firme hacia ese oro que se pretende reeditar 32 años después de lograrlo en Barcelona'92. La Rojita ya está clasificada para cuartos de final tras vencer a Kazajistán y República Dominicana en fase de grupos. Sin Brasil, gran dominadora del siglo XXI en el torneo olímpico, los rivales a batir apuntan a ser Argentina, Marruecos, Japón y la anfitriona, Francia.
Más posibles medallas para la armada valenciana: la de Vega Gimeno y Sandra Ygueravide en baloncesto 3x3. El equipo nacional llega lanzado, ganando dos torneos, en Burdeos y Kosovo, hace unos dias, y clasificando en Debrecen de manera esquizofrénica. La canasta de espaldas de Gracia Alonso de Armiño metió a España en el torneo olímpico en el último suspiro y sacó de cuajo la espina de la dolorosa no clasificación, también in extremis, para Tokio 2020. Será complicado, pero no se puede descartar la pelea por el metal.
En boxeo, el eldense José Quiles lo tiene todo para triunfar en París. Cuentan sus más cercanos que tiene muchas posibilidades de avanzar en el cuadro y así, también él, quitarse la espina de los anteriores Juegos, donde no pudo pelear en plenas condiciones. En esta disciplina se reparten dos bronces, por lo que llegar a semifinales ya le aseguraría la medalla. Un motivo más para el optimismo con las opciones de Quiles es que el sorteo le ha hecho esquivar la primera ronda, por lo que dos victorias en los dos primeros cruces -octavos y cuartos de final- ya le llevan directo al podio.
El objetivo del púgil de la Comunitat es, eso sí, acceder a la final. Sacar a Elda a la calle. Intentar luchar el ansiado oro en categoría de menos 57 kilos. Además, su paso por el quirófano por la rotura del bíceps de su brazo izquierdo -la misma intervención que le privó de estar al 100% en Tokio- le ha hecho curtirse.
El castellonense Pablo Herrera es historia del voley playa. Es el jugador más longevo del torneo y, además, el único en los anales de la disciplina en disputar seis Juegos Olímpicos -por delante del mismo Emanuel Rego, el brasileño considerado uno de los mejores de este deporte-. De hecho, el mismo Rego fue el que privó a Herrera del oro en Atenas 2004, cuando Pablo Herrera formaba dupla con Xavi Bosma. Gritos del pasado. Ahora Pablo llega a París con 42 años junto a otro veterano como es el gaditano Adrián Gavira, que ya ha cumplido los 36. Forman un tándem incónico.
El castellonense ya sabe lo que es tocar una medalla olímpica y eso juega a su favor, aunque las opciones son mucho más reducidas ahora. El objetivo es superar la novena plaza que han clavado en las últimas tres ediciones de los Juegos. Es decir, llegar a cuartos de final. Y entonces será momento de soñar.
El padre de todos los deportes siempre guarda una dificultad extra para España. Entre portentosos ateltas americanos y africanos, brillan algunos valencianos como Quique Llopis (en 110 metros vallas), Fátima Diame (salto de longitud) y Thierry Ndikumwenayo (5.000 y 10.000). En todos los casos, la meta es estar en las finales de sus respectivas pruebas. Luchar por metales o diplomas será complicado, pero la gran forma con la que los tres han aterrizado en Francia invita a ser optimistas, dentro de sus posibilidades. Llopis llega de colgarse la plata en el Europeo de Roma hace apenas dos meses. Cruzó la meta en 13 segundos y 16 centésimas. Pero es que a partir de ese éxito, no ha hecho más que mejorar. Días después, marcó 13:09 en el Mitin de Madrid. Objetivo, final olímpica y competir el récord de España que batió Orlando Ortega en 2016 (13:04), una vez ya nacionalizado español.