VILA-REAL. El pasado mercado de traspasos del Villarreal fue uno de los más movidos que se recuerda, con catorce bajas y hasta diez incorporaciones nuevas en las que el club invirtió algo más de 60 millones de euros. Así, tras dos meses de competición y diez jornadas ligueras disputadas, es un buen momento para analizar el rendimiento de cada uno de los nuevos fichajes hasta el momento.
En líneas generales, se distinguen tres bloques entre los jugadores que llegaron este verano a la Plana Baixa. En primer lugar, los que son indiscutibles desde el día en que llegaron, en un segundo bloque, los que no terminan de asentarse por unos motivos u otros, y por último los que hasta el momento no han tenido prácticamente ninguna oportunidad.
En el primer escalón se encuentran tanto Diego Conde (4 millones de euros) como Sergi Cardona (agente libre), dado que ambos están contando con un protagonismo absoluto a pesar de que acaban de aterrizar en La Plana Baixa. En el caso de Conde, el ex guardameta del Leganés ha disputado todos los minutos posibles, convenciendo a Marcelino a base de grandes actuaciones y dejando por ahora inédito al también recién llegado Luiz Júnior.
Cierto es que en diez jornadas Conde todavía no ha sido capaz de dejar su portería a cero y que el Villarreal es el tercer equipo más goleado de LaLiga, pero en la mayor parte de las ocasiones poco o nada se le puede achacar. Quizá la responsabilidad reside más en una defensa en la que se encuentra Sergi Cardona, el otro fichaje que por ahora es indiscutible.
El natural de Lloret de Mar ha aprovechado la lesión de Alfonso Pedraza para hacerse con el puesto en el lateral izquierdo, en el que ha disputado prácticamente todos los minutos (888 de 900 posibles) alternando actuaciones muy positivas con otras en las que se le ha visto sufrir en tareas defensivas.
En un segundo bloque, conformado por Pape Gueye (agente libre), Nicolas Pépé (agente libre), Ayoze Pérez (4 millones de euros), Thierno Barry (14 millones de euros) y Logan Costa (18 millones de euros), se encuentran los futbolistas que se están adaptando bien al equipo pero que todavía no terminan de hacerse un hueco en el once por unos motivos o por otros.
El caso de Ayoze Pérez y Logan Costa es el de dos futbolistas que estaban rindiendo a muy buen nivel pero que han visto cortada su dinámica por culpa de las lesiones. Unas molestias musculares detuvieron a Ayoze en su mejor momento, cuando acumulaba cuatro partidos seguidos marcando y seis goles en total. Lo cierto es que el ex del Betis ha caído de pie en Vila-real.
Tras perderse tres jornadas, se espera que pueda regresar este sábado ante el Valladolid, como también se espera de vuelta al propio Logan Costa, quien sufrió un golpe en el encuentro de Cabo Verde contra Botsuana que le impidió estar disponible para enfrentarse al Getafe el pasado domingo. Así, si el físico se lo permite se espera que Costa regrese a una zaga en la que ha demostrado mucha solidez en los 556 minutos de los que ha podido disfrutar.
Por otro lado, Pape Gueye está convenciendo a la afición y a Marcelino en sus apariciones (suma seis titularidades y tres suplencias) gracias a su precisión con el balón, su experiencia y su enorme capacidad física. Su polivalencia le está permitiendo tener más oportunidades, ya que en el doble pivote tanto Dani Parejo como Santi Comesaña son ahora mismo inamovibles.
Caso similar al de Nicolas Pépé, que ha disputado cuatro partidos como titular y ha salido desde el banquillo en cinco ocasiones. Da la sensación de que Marcelino le ve más potencial en esta segunda situación, aportando velocidad y desequilibrio en los tramos finales en los que las piernas de los rivales están más desgastadas. Por ahora, un gol y una asistencia en la cuenta del marfileño.
Mejores cifras registra Thierno Barry, que suma dos tantos y dos pases de gol. El joven ariete francés ha dejado detalles de gran rematador en algunos encuentros, pero es cierto que en líneas generales parece que tiene margen de mejora en la comprensión del juego y en la precisión con el balón en los pies. Con Ayoze y Gerard Moreno sanos, es de suponer que se reducirá su protagonismo.
En el último grupo se ubican los tres fichajes que, en estos dos meses, todavía no han podido aportar prácticamente nada al equipo. El primero de ellos es Luiz Júnior (12 millones de euros), portero brasileño de 23 años que llegó como el guardameta más caro de la historia del club con la vitola de titular. No obstante, la mencionada grata sorpresa de Diego Conde le ha relegado al banquillo.
Su debut como groguet se espera para el próximo martes, cuando el Villarreal visitará al Poblense de la Tercera Federación en los sesentaicuatroavos de final de la Copa del Rey. Un encuentro que también supone una buena oportunidad para Juan Bernat, que llegó a última hora del mercado cedido por parte del PSG y cuya aportación hasta el momento está siendo testimonial.
Apenas acumula 25 minutos repartidos en cuatro partidos, y parece que la razón no es otra que su estado físico. Él mismo reconoció hace una semana que estaba cogiendo el punto físico "poco a poco". Por ahora ha tenido menos minutos incluso que Willy Kambwala (10 millones), cuya única aparición hasta el momento la registró en la victoria en el Sánchez-Pizjuán.
Desde entonces los problemas físicos no han permitido volver a ver al ex de Manchester United sobre el césped, pero esta semana ha regresado a los entrenamientos y se espera que pueda volver a la convocatoria de cara a la visita al Real Valladolid.