VALÈNCIA. Estamos a tres semanas del inicio de la temporada y el Valencia debe centrar sus objetivos reales para este nuevo curso futbolístico. Con un proyecto ya consolidado como es el de Mestalla, el necesario plus de mejora pasa por recuperar el tercer puesto en la clasificación histórica de La Liga, que en esta última década le arrebató en Atlético. El Valencia está obligado a crecer como entidad.
Sin embargo, lejos de ponerse a rebufo del Atlético para tratar de adelantarlo en la recta, Marcelino mira por el retrovisor. En unas recientes declaraciones realizadas en Suiza, en las que el técnico exigió más fichajes, al entrenador se le vio mucho más preocupado por los equipos que vienen por detrás que en ir a por los de Simeone. “Vemos las inversiones que está haciendo el Sevilla, la inversión del Betis, vemos que el Villarreal, Athletic y la Real son equipos que no van a jugar en Europa y son muy buenos equipos y la próxima competición va a ser muy complicada”.
No se si llamarlo falto de ambición, igual hay alguien que piensa que realista es una palabra más apropiada, pero esas prudentes declaraciones del asturiano no reflejan la verdadera realidad del nivel de exigencia del club. El Valencia no se puede dormir. Su verdadera pelea no debe ser contra la Real Sociedad o el Athletic, sino tratar de tutear al Atlético y mantenerse con opciones de luchar por el título hasta el final. El Valencia debe volver a convertirse en ese rival áspero, agrio rudo o bronco contra el que el Madrid y el Barça odian jugar. El rival ya no es el Betis, ni el Villarreal, ni la Real ni el Athletic….. Ha llegado el momento de dar un paso más. Ese salto supone ir con la bayoneta calada a pelear cuerpo a cuerpo con el Atlético. ¿Acaso nos da miedo el 3-7 que le ha endosado el Atlético al Madrid en un amistoso esta pretemporada?. Cuidado, ni uno está tan bien ni el otro está tan mal.
Si hace años se cuestionaba a Manuel Llorente y Unai Emery por ser conformistas, por-que priorizaban la Liga a otras competiciones, no podemos volver a caer en el mismo error. A Marcelino hay que exigirle lo mismo. Que el entrenador no se conforme con los objetivos mínimos. Con cumplir la papeleta y punto. Al Valencia le ha llegado el momento de volver. De tener presencia. De hacerse sentir. El equipo tiene a favor el hecho de disfrutar de una buena base y de la garantía que da la presencia de profesionales cualificados como su jefe Mateu Alemany en el área de máxima dirección. Seguro que éste le trae los refuerzos idóneos para competir al máximo nivel.
Por eso me sorprende que Marcelino no mire hacia delante y desafíe al Atlético, como también que el técnico hablara del gasto en fichajes de esos equipos que andan por detrás, en la zona media de la tabla. Los datos objetivos revelan que el Valencia, a falta de cuatro fichajes, ya se ha gastado 63 millones de euros. Cifra superior a los 61 del Betis, los 21 de la Real Sociedad, los 14 del Villarreal o el cambio de cromos que ha hecho el Athletic que no se ha gastado ni un euro en refuerzos. Cero. De esos conjuntos de los que habló el asturiano, tan solo el Sevilla (124), le supera en inversión. ¿De verdad Marcelino que esos son los rivales?.