VALÈNCIA. El Valencia afronta una semana para encarrilar otra vez el regreso de Rafa Mir. El atacante murciano sigue siendo el delantero elegido por Rubén Baraja para mejorar el rendimiento goleador del equipo, que se ha refugiado principalmente en el olfato goleador de Hugo Duro. La dirección deportiva encabezada por el local management, Miguel Ángel Corona, vuelve a marcarse como reto poder cumplir con la petición expresa de su entrenador.
En las últimas temporadas, hasta tres entrenadores fueron los inquilinos del banquillo del Valencia CF: Javi Gracia, José Bordalás y Gennaro Gattuso. Todos ellos tuvieron desavenencias con la dirección deportiva por el mismo motivo: no satisfacer su objetivo número uno para reforzar el equipo. Desde la pasada temporada, la única alternativa que ha priorizado Rubén Baraja es contar en su ataque con Rafa Mir. Aunque la operación es complicada, el Valencia no tira la toalla para convencer al jugador y Sevilla.
Volviendo a Javi Gracia, quizá fue el caso más llamativo. El técnico acabó frustrado ante la política restrictiva de Peter Lim, que cerró el mercado sin ningún fichaje y con la dimisión denegada al entrenador. El entrenador estuvo esperando todo el verano a Étienne Capoue, que por aquel entonces militaba en el Watford. Sin embargo, Lim no autorizó el gasto de dos millones de euros y seis meses después Capoue acabó en el Villarreal CF.
Un año después, José Bordalás firmó por el Valencia CF y colocó a Mauro Arambarri en lo más alto de la lista de posibles refuerzos. Pero el uruguayo nunca fue una opción real para el Valencia CF por el coste del jugador. El Valencia amagó con preguntar al Getafe por Mauro Arambarri y aunque se esperó hasta el último día, Bordalás se quedó sin el mediocentro. De hecho, el alicantino también llamó a Arambarri en el mes de enero, pero el jugador desechó la opción.En la temporada 2022-2023, Gennaro Gattuso entró como un ‘ciclón’ en el banquillo del Valencia. El entrenador italiano, con un gran ‘cartel’ por su papel como jugador, llamó personalmente a varios jugadores para convencerles de que fichasen por el Valencia CF. Politano o Bakayoko fue el primer golpe de realidad de Gennaro, aunque su resignación llegó con el malogrado fichaje de Arthur Melo: “Me gusta, pero no podemos pagarle. Es inútil darle vueltas o hacer promesas que no se pueden cumplir. Hay que trabajar, trabajar y seguir trabajando para encontrar nuestra identidad", afirmó.
Ahora, Meriton tiene una nueva ‘revancha’ con Baraja y Rafa Mir tiene la llave.
