VALÈNCIA. A Meriton se le acumula la faena, y en algunos casos, faena de enjundia. Hasta un total de 12 futbolistas de los 25 que componen la actual plantilla finalizan contrato entre esta temporada y la próxima.
No todos son futbolistas de un rol importante en la plantilla, por lo que el club deberá decidir qué postura adoptar con ellos para no dejarlos marchar sin ver un euro como le ha ocurrido incluso en el caso de futbolistas considerados importantes como Ferran o Kang In Lee en los dos últimos años.
El hecho de entrar a renovar un futbolista puede responder simplemente al hecho de evitar que se marche sin dejar un euro en la caja, pero la contraprestación de este movimiento puede ocurrir si llegado el momento no aparecen ofertas que convenzan al club o al jugador y te puede acabar obligando a quedarte con un futbolista que tape la llegada de otros posibles refuerzos.
Hay hasta cinco futbolistas que acaban contrato en 2022, y por tanto están a tres meses de poder firmar por el equipo que quiera si los de Mestalla no firman su continuidad. Se trata de Wass, Cheryshev, Alex Blanco, Piccini y Jason Remeseiro. El caso del danés es, a priori, el más sencillo en cuanto a planteamiento. El Valencia CF ha asegurado por activa y por pasiva que quiere renovar al centrocampista cuando el nórdico mostró este verano una clara predisposición a abandonar el conjunto de Mestalla. El problema es que Meriton lleva hablando de la renovación del danés desde la primavera de 2019. Tiempo, ha habido para abordarla. Y por otro lado, el jugador hubiese puesto punto y final a su etapa de Mestalla este mismo verano, pero no llegó una oferta al club lo suficientemente cuantiosa para que se le dejara salir.
Los otros cuatro casos son algo más complicados. Jason parece abocado a abandonar el Valencia CF incluso en enero, Álex Blanco es un canterano que ofreció algún detallito en el tramo final de campaña pero que no sabemos aún si cuenta para Bordalás y Cheryshev sólo rindió en su primera campaña con Marcelino aunque ahora con el actual técnico esté a un gran nivel (ha provocado dos penaltis y ha dado una asistencia de gol en tres partidos). Por su parte, Piccini lleva dos años en blanco tras romperse la rótula en 2019, y pese a que trabaja constantemente para volver a sentirse futbolista, las dudas en torno a su vuelta (y al nivel que pueda dar), son absolutas.
Estás cuatro son renovaciones en las que -si se pretenden abordar- el Valencia CF debe comenzar a trabajar de inmediato ya que una vez entren en el nuevo año los jugadores pueden arreglar su futuro con cualquier club que se lo proponga y firmar un contrato para marchar una vez expire su vinculación contractual con la entidad valencianista.
Sin embargo, hay más renovaciones que el club debe abordar de manera urgente dada la importancia de los jugadores de los que se trata, aunque les reste otra temporada más de contrato que los futbolistas de los que acabamos de hablar.
En 2023 acaban contrato José Luís Gayá y Carlos Soler. En el caso del capitán valencianista el club ya se puso manos a la obra, pero a petición del jugador las conversaciones quedaron congeladas. La deriva de los dos últimos años hizo que el de Pedreguer esperara a ver qué proyecto ponía el club en marcha para saber si quería continuar o no. El rumor de la aparición de intereses de equipos como At. de Madrid o Barcelona aparece constantemente aunque las apreturas del mercado han impedido la materialización de los mismos. Conforme el mercado se vaya recuperando, se va a hacer más complicado retener al capitán del primer equipo y además formado en Paterna.
Que comiencen los rumores sobre Carlos Soler es cuestión de tiempo dado el impresionante nivel exhibido en este comienzo de campaña tanto en su club como en sus primeros partidos con la selección de Luis Enrique. Hasta el momento el club no ha abordado una renovación cuyo precedente positivo encontramos en la prolongación contractual que se firmó en 2019.
Pero estos no son los dos únicos jugadores que acaban contrato en 2023. Hasta cinco futbolistas más finalizan relación laboral con el Valencia en ese año: Hugo Guillamón, Jasper Cillessen, Jaume Doménech, Toni Lato y Mouctar Diakhaby.
En el caso del central reconvertido a medio centro es evidente que se va a intentar su continuidad dadas las buenas prestaciones y el óptimo nivel ofrecido, además de ser un fijo en las convocatorias de Luis de la Fuente en la selección española sub 21.
El caso de los porteros es curioso. En otro tiempo se podía haber apostado por la continuidad de ambos, pero la aparición en escena de Mamardashvili y la satisfacción generalizada con el trabajo de Cristian Rivero, abre una total incógnita sobre cómo afrontará el club la continuidad de los dos guardametas que también acaban contrato en 2023.
Toni Lato es otra incógnita. Estar a la sombra de Gayà no es fácil, pero también es cierto que se esperaba una mayor progresión del futbolista de La Pobla. Este verano ha estado lesionado toda la pretemporada e incluso ha sonado la posibilidad de que pudiera salir hacia otro equipo. Al final no ha habido nada, aunque -a priori- no parece ser un futbolista que cuente mucho para el actual técnico.
Por último, encontramos a Diakhaby. El defensa francés lleva dos años en la parrilla de salida, pero no encuentra quien apueste por él. Parece complicada su continuidad, salvo que el club quiera prolongar su contrato para un futuro traspaso o para incluirlo como moneda de cambio en alguna operación.