VALÈNCIA. Continúan las relaciones tirantes entre los actuales rectores del Valencia CF y los de la Real Fecderación Española de Fútbol a tenor del reparto del dinero que se derivó de la primera Supercopa de España tras su cambio de formato.
El Valencia lleva hablando desde meses atrás de una denuncia contra el ente federativo por el impago de una cantidad cercana a 1´7 millones de euros.
Mientras el club continúa hablando de la demanda para llevar a la Federación a los tribunales, en el ente que preside Luis Manuel Rubiales están tranquilos por un doble motivo.
Primero, porque tal y como avanzó el programa de Plaza Radio “90 Minuts” el pasado domingo, en Federacíón no hay constancia alguna hasta la fecha de notificación de ninguna demanda que provenga del Valencia CF.
Y en segundo lugar, porque la RFEF entiende que el Valencia CF no puede reclamar cantidad alguna, dado que no firmó el contrato de derechos que es el que da derecho a cobrar la cantidad pactada en su día de 1´7 millones de Euros.
La secuencia de hechos cuando se produjo el desencuentro es que el Valencia firmó el contrato de participación en el torneo bajo protesta (de hecho, sin firmar ese contrato el equipo no hubier podido disputar la Supercopa). Sin embargo, y dada su disconformidad la entidad de Mestalla decidió no firmar el contrato de derechos que le habilitaba para cobrar un millón setecientos mil euros.
Entienden por tanto que no hay fundamento jurídico alguno para la reclamación por parte valencianista, dado que no se puede reclamar un contrato que no se ha firmado.
EL AUDIO DE LA SALA VOR
Por otro lado, el club de Mestalla sigue insistiendo en su acción de demandar al CTA el audio de la acción en la que Gil Manzano acabó validando el primer gol de Iago Aspas tras advertencia de la sala VOR al cargo de la cuál estaba el vasco De Burgos Bengoetxea. En este sentido, cabe destacar que sólo conocemos la versión dada por el club ya que el CTA por decisión propia no informa públicamente como norma general, de aquellos clubes que les demanden audios de determinadas jugadas.