VALÈNCIA. El camino del malagueño Samu Castillejo apunta al renacimiento de aquellos futbolistas con hambre que quieren reconducir su carrera al que apuntó Gennaro Gattuso el día de su presentación como técnico valencianista: "Pero sobre que queremos jugadores que tengan ganas, que tengan fuego dentro, insisto mucho en el fuego. Jugadores que crean que jugar en el Valencia es como hacerlo en el Barcelona o Real Madrid. Jugadores que transmitan vida. Me gustaría trabajar con futbolistas que han fracasado, casi con un perfil perdedor, pero que creen en este equipo”, dijo el calabrés el día de su presentación en una fase que en algunos círculos se malinterpretó.
Lo que Gattuso iba buscando eran futbolistas que habían sufrido un parón en sus carreras pero que pese a ello aún les quedaran ganas de llegar a Valencia para relanzar su carrera. Uno de los primeros a los que acudió Gattuso fue a un viejo conocido de su segundo año en el AC Milán: Samu Castillejo.
El malagueño venía de ser un jugador importante en el Málaga y el equipo milanista apostó por él para formar parte del conjunto rossonero.
Castillejo llega en la temporada 18/19 con Gattuso en el banquillo y se convierte en un futbolista importante de manera muy rápida. El primer año juega 1.654 minutos entre todas las competiciones y firma 4 goles y 4 asistencias. Cuando Gattuso abandona el Milán llega Marco Giampaolo que sólo duró 7 partidos y fue sustituido por el actual entrenador, Stéfano Pioli. Ambos técnicos cuentan con el andaluz y en la temporadan 19/20 juega 25 partidos traducidos en 1.479 minutos con 3 goles y 5 asistencias. Incluso en la temporada 20/21 su peso específico aumenta con 43 partidos jugados que supusieron 1951 minutos sobre el terreno de juego en los que marcó 3 goles y dio 4 asistencias.
Pero en la temporada siguiente (la 21/22), Castillejo dejó de contar para Pioli. Sólo 5 encuentros jugados con unos exiguos 592 minutos en los cuáles aún consiguió dar 2 asistencias. Casi una temporada por entero en blanco con la que Castillejo, pese a que tenía contrato en vigor, no quiso conformarse. Por eso cuando llegó la llamada de Gattuso para llevarle al Valencia, no se lo pensó dos veces, negoció su rescisión de contrato con el equipo milanista y se vino para Valencia.
Desde el primer amistoso se vio que Castillejo iba a ser un hombre importante para Gattuso y para sus planes en el Valencia. Zurdo que juega a la derecha a pierna cambiada, Castillejo ya intervino en el primer gol de la temporada al sacar la falta que acabó en la mano en área del Girona para que Carlos Soler transformara el correspondiente penalti. Además ya lleva dos goles marcados ante Getafe y Celta y acumula 470 minutos jugados de los 540 que lleva disputados el equipo.
Pese a las buenas cifras, Gattuso no le deja bajar el nivel ni cuando las cosas ruedan muy de cara como en el día del Getafe. Está en la retina de todos el cabreo (con palmada incluida en la espalda) del entrenador con el malagueño en medio de la goleada al equipo madrileño que el propio Gattuso explicó de esta manera: "Cuando yo hablo de que en el fútbol hay que jugar serio, yo pienso que los últimos cinco minutos de la primera parte no ha jugado serio. Este es mi estilo. Yo vivo el fútbol de este modo porque es una cosa muy seria".
"Palmeos" aparte, lo bien cierto es que Castillejo ha encontrado la estabilidad en un equipo en el que se siente importante. Juega, golea y se le nota ya un peso de cierto poso específico en el equipo. El fuego que iba buscando Gattuso tiene en Samu a un destacado ejemplo para los que hay, y para los que tengan que venir.